En la tarde de ayer salieron las cartas con sello de la Presidencia de la Nación a los dirigentes: todos los gobernadores; la senadora nacional Cristina de Kirchner, el senador nacional Miguel Ángel Pichetto, el diputado nacional Daniel Scioli, el exdiputado Sergio Massa; el exministro de Economía, Roberto Lavagna, y los referentes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña; autoridades del Foro Convergencia, el Grupo de los 6, la Mesa de Enlace, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), y otros.
En el entorno de CFK, quien se encuentra en el sur, se mostraron escépticos. “Es imposible que Cristina firme este acuerdo”, adelantó Alberto Fernández, quien ayer por la tarde conversó telefónicamente con la ex presidenta, que se encuentra en El Calafate.
Dejó entrever que hay pocas chances de que acepte el convite. “Los 10 puntos son un disparate”, explicó Fernández. Agregó que esos puntos son para avalar la propuesta del Gobierno, que hoy muestra un rechazo del 70 por ciento en la población. “Es muy peligroso. Si toda la oposición llegara a avalar estas políticas, la democracia se vería seriamente afectada”, afirmó.
La misiva plantea los puntos a acordar pero no fue acompañado de una convocatoria grupal. “La idea es hacer reuniones bilaterales”, comentaban en la Casa Rosada, “el Presidente ya llamó a casi todos de los convocados”.
El objetivo oficial es lograr al menos un acuerdo que contemple a la mayoría de los puntos y están dispuestos a “agregar aquello que signifiquen aportes para reforzar el mensaje de previsibilidad".
La razón por la cual el presidente Macri lanza esta convocatoria la explica al comienzo de la misiva al indicar que: "La Argentina logró algunos acuerdos básicos que permitieron fortalecer nuestra democracia” y hace referencia al “consenso democrático que cerró las puertas a experiencias autoritarias, la Asignación Universal por Hijo, el rechazo a la violencia política, la alianza estratégica con el Mercosur, por dar algunos ejemplos”.
El problema de la incertidumbre
Para el Gobierno el problema de la incertidumbre que genera el proceso electoral se explica porque “hemos tenido problemas para acordar sobre cuestiones básicas de nuestro desarrollo económico”. Explica que los “fracasos” en esta materia son los que explican que Argentina “sea una paradoja mundial por la falta de de-sarrollo y la pobreza pese a nuestros recursos y nuestras potencialidades”.
Siempre desde la visión oficial esta incertidumbre (que trae como consecuencia la paralización de las inversiones y en muchos casos la fuga hacia el dólar) se podría quebrar o minimizar si tanto el mundo como los argentinos puedan tener “certeza de que hemos podido dejar de discutir algunas cosas que ya no se discuten más en la mayor parte de los países”.
No en vano entre los puntos figura el tema del “equilibrio fiscal; la independencia del Banco Central, el cumplir los compromisos con los acreedores y el contar con estadísticas profesional, confiable independiente.
“Estos puntos, y solo como un ejemplo, parecería raro que los convalide la expresidenta Cristina de Kirchner y ni que hablar de una reforma previsional”, comentan en el kirchnerismo. “De hecho, en el Gobierno tampoco se imagina que la Cristina acepte el convite de sentarse a discutir”.
Quienes piensan que esto podría representarle un costo a la exmandataria sostienen que sus adherentes ven a Macri casi como un “enemigo” con el cual no se debe negociar.
Una de las críticas más recurrentes que se escucharon de los distintos dirigentes de la oposición como por ejemplo, Roberto Lavagna o Sergio Masa fue que la convocatoria era una propuesta marketinera o electoral.
Por su parte, el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli –lanzado nuevamente a la presidencia– se mostró dispuesto a concurrir. Contó que Macri lo llamó a eso de las diez de la noche del domingo para conversar. “Hay que hacer todos los esfuerzos para llevar tranquilidad y previsibilidad desde mi lugar. Soy un hombre de diálogo, de consenso amplio y sosteniendo hace tiempo que frente al único camino que propone el Gobierno, hay otro y espero que se tomen mis ideas”, dijo Scioli.