Con su elección, el presidente Mauricio Macri declinó el nombramiento del juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien había quedado primero en la terna final para ocupar ese juzgado y quien investiga de un entramado de espionaje que involucra a políticos, jueces y periodistas.
El segundo de la lista por orden de mérito había sido para Jorge Di Lorenzo y finalmente, el tercer lugar lo ocupaba el ahora designado Laureano Durán.
Los tres candidatos que surgieron del concurso realizado en el seno del Consejo de la Magistratura para cubrir el juzgado federal platense habían sido elevados al Poder Ejecutivo el pasado 16 de abril.
Por lo pronto, el Gobierno envió el pliego con la designación de Durán a la Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación, que ahora deberá primero emitir un dictamen para luego someterlo a consideración del pleno del cuerpo para su aval definitivo.
Tal como había anticipado Ámbito Financiero hace un par de meses, el Gobierno no contaba con un candidato propio por lo que tuvo que activar los resortes judiciales para designar a un juez surgido del "consenso". Todos los caminos ya apuntaban a Durán, algo que en la víspera terminó por decantarse.
Vale recordar que el propio Durán había subrogado ese juzgado federal durante los comicios presidenciales de 2015.
Ese año, fue desplazado de esa subrogancia por un fallo de la Corte Suprema bonaerense, con lo cual la competencia electoral en la provincia quedó transitoriamente a cargo de la jueza federal porteña María Romilda Servini y luego pasó a manos de Juan Manuel Culotta, que organizó las elecciones legislativas de 2017.
Luego fue designado como subrogante el juez Alfredo Ziulu para cubrir, como lo hace actualmente, el Juzgado Federal 1 de La Plata, vacante desde la muerte de su titular, el juez Manuel Blanco, el 2 de septiembre de 2014.