La devaluación y los ajustes en las tarifas de servicios públicos que signaron el 2018 se trasladaron a los precios, en un nuevo récord del Gobierno de Mauricio Macri, que logró duplicar las cifras desde su llegada a la administración pública y ubicó el alza de precios en su máximo histórico desde 1991: 47,6 por ciento.
Muy atrás quedó el 22 % de 2015 y las ambiciosas metas del 10 por ciento del presidente Mauricio Macri porque el Indec confirmó esta tarde que el año pasado se registró la inflación más alta en los últimos 27 años.
El Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) que depende de la UMET, había estimado que 2018 cerraría con una inflación de 47,8 por ciento y según su medición el año pasado todos los productos de la canasta de precios subieron por encima del 40 por ciento excepto indumentaria y calzado y educación. Por su parte, el denominado IPC Congreso difundido por el Frente Renovador calculó una inflación de 48 por ciento para todo 2018.
Sin embargo, el aumento de precios no llegó de la mano de una suba del poder adquisitivo, porque entre noviembre de 2015 y diciembre de 2018, el salario real cayó un 17,3 por ciento, la merma más profunda desde la crisis de 2001.
Incluso con la reapertura de las grandes paritarias, el salario real promedio no recuperó los niveles de 2017.
En diciembre de 2018 el ministro del Interior Rogelio Frigerio había admitido las falencias del Gobierno, que desde el 27 de diciembre de 2017 no paró de anunciar modificaciones en las metas inflacionarias, dejando atrás el cálculo del +/-10 por ciento proyectado y pasando a un 15-17 por ciento al que tampoco logró acercarse.
“No somos buenos en los pronósticos”, sentenció el funcionario, quien explicó que el problema fue que se pusieron “la vara muy alta”. "De alguna manera, le hicimos creer a la sociedad que podíamos resolver problemas muy complejos, de muchos años”, sostuvo.
Detalles de cifras
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las mayores subas durante el año pasado se anotaron en: Transporte, con el 66,8%. Comunicación, con el 55,3%. Alimentos y Bebidas no alcohólicas, con el 51,2%. Salud, con el 50,2%. Equipamiento y Mantenimiento para el hogar, con el 50%. Por debajo del promedio del IPC se ubicaron:
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con el 45,7%.
Recreación y cultura, con un 43,4%. Restaurantes y hoteles, con el 39%. Prendas de vestir y calzado, con el 33,1%. Educación, con el 32,1%. Bebidas alcohólicas y tabaco, con el 28,3%.
El aumento acumulado de 47,6% resultó uno de los más altos de los últimos años, superando al 38,5% del 2014, cuando se produjo una devaluación del 30%, la del 40,9 % del 2002, a la salida de la Convertibilidad, y sólo por debajo del 84% de 1991, en el gobierno del entonces presidente Carlos Menem.
Muy lejos de la meta del 15% que se había planteado inicialmente el Gobierno de Mauricio Macri, la inflación de 2018 llegó al 47,6%. La caída del salario real y las jubilaciones quedó en torno a los 20 puntos porcentuales.
En campaña Macri no había dudado en asegurar que bajar la inflación iba a ser la tarea más sencilla que tendría que encarar. De hecho advirtió que "la inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar".