Dentro de una conferencia magistral, en el marco de su gira por Europa, el presidente ratificó su postura frente a la legalización del aborto. "No vivo en paz con mi consciencia si una mujer termina en manos de un curandero y con una aguja la termina lastimando o matando", enfatizó Fernández.
No es la primera vez que Fernández expresa su postura frente al aborto. Antes de asumir la presidencia, en la presentación del libro "Somos Belén" de Ana Correa, el presidente fue fotografiado con jóvenes militantes a favor de la despenalización del aborto, y sus pañuelos verdes.
"El problema es más agudo de acuerdo a la clase social de quién practica el aborto. Si es de clase alta, lo hará en un centro de salud adecuado, en condiciones adecuadas y el certificado médico dirá que tuvo una aborto espontáneo y su salud estará garantizada", expresó el presidente en el cierre de su gira por Europa.
Durante el discurso en el Instituto de Estudios Políticos de París, también cuestionó al ex presidente, Mauricio Macri, "Profundizó los problemas que había y creó más", afirmó el jefe de Estado.
"En la Argentina el aborto es un delito, es un extraño delito donde casi nunca se condena a ninguna mujer por aborto pero todos sabemos que existe", expresó el presidente al responder preguntas de estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París.
Con empresarios franceses
Fernández se reunió con empresarios franceses, ante quienes trazó las líneas generales del programa económico del gobierno y les presentó el grave cuadro de situación con el que se encontró su gestión al comenzar hace poco menos de dos meses.
"Con (el ex presidente Mauricio) Macri vivimos un 2001 por goteo", les dijo Fernández a los empresarios, en un juego comparativo con la severa crisis socio-política que atravesó el país hace 18 años, según relataron fuentes de la comitiva.
En un desayuno de trabajo con un grupo de directivos de empresas en la Embajada Argentina en París -primera actividad de su jornada en la capital francesa-, el mandatario reseñó que la situación que heredó su administración "es, en números, peor en que en la post-convertibilidad".
Entre los 40 empresarios que desayunaron con el mandatario hay representantes de Air France-KLM, L`Oreal, Groupe Suez, Havas, Almston Transport, el Comité de Fabricantes Franceses de Automóviles, Dasault, Michelin, Rothschild y Total.