Además, criticó lo que dejó Cambiemos, llamó a los legisladores a embarrarse y aseguró que no gobernará desde el centro sino con los municipios. De la ceremonia participaron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, además de una comitiva de funcionarios nacionales.
Una vez terminado los traspasos, Kicillof aseguró que: “No vengo aquí para imponer la fuerza del resultado electoral sino a reflexionar lo que expresa: malestar y rechazo a una situación económica y una lógica de gobierno. Una lógica que se basó en el marketing político y que llevó a Cambiemos a negar los problemas”.
En una línea similar a lo expresado por Alberto Fernández pero desde su rol de economista, Kicillof no necesitó leer para dar números y razonar en profundidad la situación de la Provincia. “La gente no quiere persecuciones, ni un Estado ausente y distante. No queremos que se culpe a las víctimas de la situación económica. No queremos un estado que no sana, no cuide y no contiene”.
Una de las ovaciones más grandes fue el anuncio de que dejará sin efecto el aumento tarifario en la luz que iba a llevarse a cabo a partir de enero. Otro momento de aplausos fue cuando se dirigió a los intendentes para dejarles en claro que “no venimos a gobernar desde el centro, vamos a gobernar con todos los municipios”.
Como parte de su discurso económico, Kicillof dejó en claro que quiere una provincia “productiva y no especulativa. Solidaria y no egoísta”. Pese a que aseguró que en los próximos días iba a presentar una radiografía de la situación actual de la Provincia, el gobernador realizó un análisis extenso y adelantó varios puntos dejando en claro que en los últimos cuatros años “no se mejoró nada y se agravó todo”.
En lo concreto, Kicillof expresó que para pagar lo inmediato “se necesitan 40 mil millones de pesos. Y a esto se agrega la deuda y el no pago a los proveedores en 50 mil millones de pesos.