Con un padrón que habilitaba a 33,8 millones de personas, y el 75% de participación sobre esa totalidad, las primarias de ayer confirmaron las candidaturas para las presidenciales de octubre en donde el Frente de Todos, con la fórmula Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner se impuso y obtuvo cerca del 48% frente al 33% de Juntos por el Cambio cuando se lleva escrutado el 96% de los votos.
Mientras tanto quedó atrás la denominada “tercera vía” encabezada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, alcanzando solamente el 8% de los sufragios (1,8 millones).
El hundimiento de Cambiemos no tuvo paliativos. En la provincia de Buenos Aires, donde contaban con la baza de la popular gobernadora María Eugenia Vidal, el candidato kirchnerista, Axel Kicillof, rozó el 50% y Vidal se quedó en el 32%.
En los grandes centros urbanos, salvo la ciudad de Buenos Aires, en las áreas rurales, en el sur y en el norte, la oleada del peronismo resultó imparable. “Una ola de esperanza derrotó a la mentira y los argentinos del trabajo derrotaron a la especulación financiera”, dijo Sergio Massa, cuyo retorno al redil peronista, tras varios años como líder de Alternativa Federal, contribuyó a reconstruir la unidad en torno a Alberto Fernández.
La sociedad argentina manifestó en las urnas su voluntad de un viraje en el modelo del país luego de tres años y medio de un proyecto que no cumplió con las expectativas.
Con porcentajes menores al 3%, también se sumaron otras fuerzas sumando un total de 6 las fórmulas finalmente habilitadas para competir en octubre.
“Una mala elección”
Si bien el presidente Macri asumió la mala elección que realizó en base a los números obtenidos en todo el país, llamó en tono de euforia a “redoblar esfuerzos”, además de felicitar al jefe de gobierno Rodríguez Larreta, que se encaminaría a una reelección.
Lo cierto es que los números arrojaron que Juntos por el Cambio ganó solamente en la provincias de Córdoba con el 48% y en Capital Federal con el 44, 65%, y perdiendo en los otroras bastiones como la provincia de Buenos Aires por una diferencia de casi 20 puntos, en Jujuy obteniendo un 29%, Mendoza, con el 40,46% y Corrientes con el 27%.
Optimismo y acercamientos
Por su parte los números del Consenso Federal, que no superaron los dos dígitos (8,34%) fueron interpretados desde su sector en clave optimista, como un “punto de partida” en el camino a ser una alternativa en medio de la polarización. No obstante y según informó Telam, se conoció que el candidato presidencial de esta fuerza se comunicó con Alberto Fernández, y esto daría las primeras señales de un posible acercamiento.
Triunfo contundente
Los elevados porcentajes que acreditaron el triunfo del Frente de Todos (arriba de 15 puntos) en 22 provincias, en algunos casos superando el 50%, cambiaron nuevamente las pulsaciones en política. No obstante fue el propio Alberto Fernández el encargado de llevar un discurso “antigrieta”, asegurando que “se terminó el concepto de venganza”, e hizo hincapié en el concepto de federalismo.
No obstante se trata del primer capítulo que arroja sólo luces sobre la historia del paño político nacional, atento a que las Primarias no son vinculantes y que el desenlace podría conocerse, en primera vuelta, o extender la agonía en un eventual balotaje.
En octubre, cuando a la hora del recuento se excluyan del censo total las abstenciones y los votos en blanco, un 45% bastará para ganar la presidencia. Los Fernández ya lo han rebasado. No debería hacerles falta una segunda vuelta en noviembre.
