El duelo más sorprendentes del Mundial se lo llevó el equipo, que contó con las mejores ocasiones de gol del partido, pese a que la posesión de la pelota (un 64%) fue para los suizos.
Tras el tanteo inicial, Suecia amenazó al combinado suizo con dos claras ocasiones de Marcus Berg (28), que abortó Yann Sommer con una gran atajada, y Albin Ekdal (41), enviando a las nubes un buen centro desde la derecha.
El premio a la mayor ambición sueca llegó pasada la hora de juego, en un balón que llegó a Forsberg en la frontal del área y, tras un amague, el centrocampista disparó a puerta y la pelota acabó en la red tras tocar en el pie de Manuel Akanji y despistar a Sommer.
Con el marcador en contra, Suiza trató de estirarse un poco en busca del empate. Akanji estuvo cerca de igualar con un cabezazo que salvó bajo palos Forsberg (80) y en el descuento lo intentó Seferovic, con un cabezazo que atajó Robin Olsen, pero los argumentos exhibidos por Suiza se quedaron muy cortos como para aspirar a jugar unos cuartos de final de un Mundial.