Semanas atrás estaba descartado. Le anunciaron que por la grave lesión que sufrió en su rodilla derecha tendría que pasar por el quirófano y se perdería el resto del Torneo.
El diágnostico indicó una rotura parcial de meniscos, un desprendimiento de ligamento lateral y una afección ósea. Los médicos y el cuerpo técnico lo descartaron pero Quiroz pidió tiempo, que si el equipo superaba las llaves que tenía por delante con Ñuñorco haría lo posible por volver.
La recuperación la inició en Santa Fé, con los especialistas de Atlético Rafaela, el club dueño de su pase. Le advirtieron que podría empeorar sí asumía el riesgo de jugar antes de operarse, pero él insistió con hacerlo.
Hoy continúa con los trabajos de kinesiología y hace dos semanas entrena con normalidad. En Misiones estuvo en el banco de suplentes y se perfila para retornar a la titularidad el domingo en el estadio Padre Martearena.
“Me siento muy bien, desde la semana pasada que entreno a la par de todos y no me quiero perder la final”, indicó Quiroz.
El “Toro” como lo llaman sus compañeros, sostuvo ilusionado que “si el domingo todos estamos bien, -el ascenso- no se nos puede escapar”.
Además, dijo estar seguro que el equipo “va a dejar todo en la cancha para poder coronar esta campaña”.
¿Sin Bete?
El lateral Leandro Beterette se quedaría al margen de la reavancha con Guaraní al no recuperarse de la lesión (inflamación en el pubis) que sufrió en Misiones.
El que ingresó fue Quiroz. Lo hizo en el sector izquierdo del mediocampo, por lo que Marcos Valsagna pasó al sector derecho y Pablo Figueroa retrocedió para ocupar la vacante de Bette. Pegini; Figueroa, Rodríguez, Krupoviesa, Buruchaga; Valsagna, Young, Iglesias, Quiroz; Núñez y Reyes, fueron los elegidos por Ezequiel Medrán y que el domingo a las 17 saldrían en busca del ascenso.