Tras el encuentro, la organización del torneo hizo entrega del trofeo a la Academia. Se trata de la copa número 18 en la historia del club en primera división del fútbol argentino.
Lisandro López, como capitán del primer equipo de Racing, fue el encargado de levantar el trofeo que tanto soñó él como futbolista en su regreso al club, así como la propia institución de Avellaneda. Tras el encuentro que marcó el cierre del torneo de manera oficial y el protocolo de la entrega de la copa, siguió el festejo realizado por el club dentro del campo de juego, con un show de luces, música y fuegos artificiales.
El club homenajeó a históricas figuras del club que fueron campeones del mundo en la Intercontinental del 1967 y también a otras más recientes, como Diego Milito, quien también es manager deportivo de la institución.
Aplausos y fuertes silbidos
La fiesta por la obtencion de la Superliga, tuvo marcados contrastes. Por un lado, sostenidos aplausos para el técnico Eduardo Coudet y fuertes silbidos para Ricardo “Ricky” Centurión.
El entrenador dejó abierta la puerta para su continuidad, luego de que todo el Cilindro cantara que "el Chacho no se va", y ya se puso a pensar en el mañana: "¡Vamos por más!".
La contracara fue el polémico futbolista. Al mencionar La Voz del Estadio a Ricky, ausente en la fiesta, los hinchas dieron su veredicto: hubo abucheos y fuertes silbidos para el jugador que fue separado del plantel.
Entrenador y futbolista se vieron involucrados en un incidentes semanas atrás cuando el “Chacho” ordenó su cambio. Como respuesta recibió un fuerte empujón.
Tras la cordillera: La celebración incluyó a jugadores chilenos, como Marcelo Díaz y Eugenio Mena, además de Arias, arquero uruguayo.
También celebró
Independiente, el otro equipo de Avellaneda. La victoria sobre Rosario Central por 2 a 1 significó, además, el pasaje
clasificatoria a la próxima edición de la Copa Sudamericana. “Los primos” se unieron en la celebracion.