Francia ganó un partido clave en sus aspiraciones a clasificarse a cuartos de final del Mundial: se impuso 23-21 a Los Pumas en el primer partido del Grupo C.
Entre Damian Penaud y Vakatawa enloquecieron a la defensa argentina en el primer tiempo. El marcador, de 20-3 al descanso (tries de Fickou y Dupont), hacía presagiar un claro triunfo francés.
La reacción argentina llegó desde un pack que empezó a ganar situaciones de contacto. Marcos Kremer se convirtió en un guerrero y Guido Petti (el mejor de Argentina) descontó rápidamente, en el try que significó los 1000 puntos de Los Pumas en Mundiales. Un buen maul terminó con Julián Montoya desprendiéndose y dejando a los dirigidos por Ledesma a tiro. Al minuto 69, tras el segundo penal de Urdapilleta, Los Pumas estuvieron por primera vez arriba en el marcador: 21-20.
Esa sensación de lograr la mayor remontada en la historia de Copas del Mundo, duró una brisa. Porque López ingresó y en su primera pelota, acertó un drop que devolvía el triunfo para el lado de los europeos.
Un final enmarcado en la polémica por un potencial penal de Lauret, y el penal de Boffelli que se fue apenas desviado, terminaron de definir un duro debut para Los Pumas, en un duelo entre dos de los aspirantes a clasificar a cuartos de final.
“Como a un país chico”
Tras la derrota inicial ante Francia en el Mundial de rugby de Japón, el entrenador de Los Pumas, Mario Ledesma, se mostró muy molesto con el árbitro del partido, el australiano Angus Gardner y aseguró que a la Argentina la dirigieron “como a un país chico”.
“Nos pitaron como un país chico del rugby. Como sabemos que es así hay que hacer mejor las cosas”, sentenció Ledesma en conferencia de prensa.
Sobre las jugadas claves en las que considera que su equipo fue perjudicado, explicó: “La verdad es que es una lástima que un referí que es tan bueno no haya visto el offside de Picamoles, que está dos metros adelantado. El tipo dice que Cubelli tiene las manos en la pelota: primero que esa no es la regla y segundo que no las tiene”,agregó.
- Los All Blacks debutaron en el Mundial de Rugby con un sufrido triunfo por 23-13 ante Sudáfrica, que le dio pelea hasta al final a los campeones en el estadio de Yokohama.