Desde que asumieron, Gustavo Klix y el resto de los dirigentes de Juventud se hicieron cargo de la “pesada herencia” que dejó la gestión de José Muratore en Lerma y San Luis, con deudas por todos lados. Uno de los primeros pasos fue pagarle al plantel profesional de Federal A un proporcional del sueldo del mes de diciembre desde que asumieron, es decir 13 días (contando hasta el 31 inclusive).
“Mi bajada de línea fue que nosotros nos íbamos a hacer cargo de una deuda que no nos pertenece, pero aún así íbamos a tratar de llevar todos los sueldos al día desde que asumamos, y de ahí sentarnos con cada jugador contrato en mano a renegociar la deuda”, sostuvo Klix en diálogo con Nuevo Diario.
La idea por lo pronto es mantener al plantel que disputó la etapa clasificatoria del Federal A, y que deberá afrontar desde febrero la fase Reválida para zafar del descenso. “Hoy Juventud necesita de todos, no estamos en condiciones de prescindir de nadie”, agregó el presidente del “Santo”.
Sobre la infraestructura
Por otro lado, la dirigencia antoniana ya comenzó a trabajar con la infraestructura del Fray Honorato Pistoia, algo que también es urgente de recuperar.
“Ya empezamos con la limpieza integral del predio, con el corte de paso de la cancha, se están destrancando cañerías; ya se hizo el pedido la presentación ante Edesa para que nos den la luz inmediatamente o lo más rápido posible. Se le está cambiando la cara al club”, describió Klix.
“Hay muchas cosas inmediatas que solucionar. Todo el mundo a partir de esta nueva Comisión empezó a exigir respuestas de manera inmediata, y estamos dando prioridades a temas que pensamos que son de mayor relevancia, para darle una solución. Todos los días hay más de 20 personas trabajando en el club”, aseguró el titular antoniano.
De esta manera, Juventud está empezando a ordenarse de cara al 2019, un año que empezará de forma complicada igualmente al menos hasta que el club logre estabilizarse.
