El bochorno le ganó al fútbol otra vez

Es que otra vez la barbarie le ganó a la cordura. Otra vez, un simple partido de fútbol termina en un bochornoso espectáculo: corridas en las tribunas, gente pegándose trompadas en cualquier lugar, familias buscando un lugar seguro, en fín todo lo que provoca la estupidez de los insensatos que buscan protagonismo de cualquier manera.  
Esto ocurrió en el encuentro que disputaban Villa San Antonio  de nuestra ciudad y Sportivo Bella Vista de Tucumán, por el partido de vuelta de los cuartos de final del Torneo Regional Amateur. 
Ganaba la visita 2 a 0, tal vez sin merecerlo, porque la Villa había llegado más al arco del equipo tucumano, donde su arquero Guzmán, convertido en figura y la mala puntería del local, mantenían el arco en cero. Sin embargo, la "Joya" de 19 años, Augusto Berrondo a los 3 minutos y Mäximo Paz a los 43 de la primera etapa, embocaron las dos únicas chances de gol que tuvieron.
Así se fueron al descanso, del que nunca volvieron, porque ni bien pusieron los pies en la cancha liguista para jugar el complemento, explotaron dos petardos muy cerca del once tucumano y donde el  técnico Rodolfo Díaz quedó muy perturbado por las detonaciones que ocurrieron muy cerca de su persona, por lo que debió ser  asistido, primero por el cuerpo médico del partido y luego llevado en la ambulancia al hospital San Bernardo, donde estuvo hasta pasadas las 22.
Ahora habrá que esperar la resolución del Consejo Federal para determinar quién seguirá en carrera para enfrentar a Juventud Antoniana que espera en semifinales, luego de ganarle por penales al modesto equipo de Unión del Norte de Burruyacú, aunque nadie descuenta que ese rival será el "Gaucho" de Bella Vista.