De celebrar la Copa América a sufrir en la Euro

Marshall vivía en Cambridge, Inglaterra y tenía 10 años cuando en junio de 1978, se inauguraba el Mundial de fútbol en Argentina. El seleccionado de su país,  no había clasificado para ese campeonato. Sin embargo, a Marshall le apasionaba el fútbol y lejos de quedar al margen, prefirió tomar partido por algún seleccionado y comenzó a simpatizar por Argentina.
A medida que el torneo avanzaba, a este pequeño inglés, lo fue cautivando la pasión y el fervor que mostraban los hinchas locales. Rápidamente lo sorprendieron los miles de papelitos al aire en las tribunas, algo que nunca vivió cada vez que lo llevaban a ver partidos del Liverpool, el club de sus amores. Cada vez que jugaba Argentina, en aquel mundial, su presencia era infaltable frente a la TV, que ya disfrutaba en colores aquellas transmisiones, aun cuando en el país anfitrión, los partidos se veían en directo, pero blanco y negro.
El día de la final, el triunfo sobre Holanda y el título logrado, terminaron por convencer a Marshall de que ni bien pudiera, vendría a conocer el país, su gente y a gozar de la pasión por el fútbol.
Si bien, luego vino la guerra de Malvinas, esto sólo retrasó algún tiempo su llegada por estos lares y después de terminar sus estudios de Ciencias Económicas, puso rumbo a Sudamérica.
Llegó a Argentina y fue a conocer el Monumental de River, escenario del Mundial 78. Supo de la mística de la Bombonera,  y vivió un superclásico Boca-River y quedó más cautivado por la pasión argentina.  Luego, su apego al turismo lo llevó a conocer Los Andes, la Patagonia, las Cataratas del Iguazú y así, su destino lo trajo a Salta, donde conoció a Marina y su travesía por estas tierras comenzó a tomar sentido. Allí nació el amor y se casaron hace 12 años en San Lorenzo. Hoy viven en Londres, junto a sus gemelos Alexander y Thomas quienes llenan sus días y ambos sienten la pasión por el fútbol que les inspira papá, como el amor por Argentina e Inglaterra que les inculca mamá.
Así, la familia siguió de igual forma, la Copa América con la albiceleste y la Eurocopa con el equipo de Harry Kane. En ambos casos llegaron a la final. En la madrugada del domingo en Londres festejaron el título que les regaló Messi y compañía, pero el domingo, con Inglaterra, sufrieron la derrota por penales ante Italia, que los volvió a dejar con las manos vacías en la Euro.