Casi 21 mil almas festejaron y se emocionaron al compás del “Cuervo” en una noche mágica.
Un gol de Diego “Nivi” Núñez sobre el final del partido, tras un centro de Buruchaga, le dio ese toque de magia que le faltaba al equipo de Ezequiel Medrán para terminar de abrazar el ascenso y desatar la fiesta en el estadio Padre Martearena.
Antes tuvo que sufrir, claro está, los embates de Guaraní, que fue de menor a mayor en el partido. Porque hasta cerca del final del primer tiempo, Central estuvo concentrado, preciso, tranquilo y calculador. Sin fisuras como equipo, dominando los espacios y la pelota, sabiendo que más allá del empate transitorio, la ventaja estaba a su favor.
En frente, el “Franjeado” había arrancado impreciso, nervioso e incómodo por el dominio “Cuervo”. Pero a su vez se mostraba rápido por el bando izquierdo, con un Klyniauk casi imparable cuando le ganaba las espaldas a Figueroa. Fue por allí donde consiguió las dos chances más peligrosas del primer tiempo, en una definió y tras un toque de Pegini la pelota terminó afuera; la otra, un mano a mano en donde no hizo pie y se resbaló sin poder finalizar la jugada.
Central, por su parte, tuvo un disparo de Quiroz en donde respondió bien Flores, otro remate de Iglesias que terminó alto y afuera, una palomita del “Bocha” Rodríguez que descolgó el arquero misionero, y una habilitación a Núñez que anticipó a tiempo el “1”.
Pero Guaraní le “pasó” los nervios a Central, que se desconcentró sobre el final de la primera etapa y cedió terreno. Más tarde, en el arranque del complemento, el equipo de Manuel Dutto se mostró convencido y decidido para buscar el gol, mejorando su marca y poniendo otro ritmo al juego. De igual manera, Central respondió con una jugada impecable y de pases precisos, que terminó con un remate de Reyes tapado por el casi salvador Flores, que más adelante se lució sacando con una mano la definición nuevamente de la “Perla” tras un paso de Núñez.
Entre medio, dos jugadas anuladas por offside, una para la visita y otra para el local. También, el nerviosismo y el desacople en algunas jugadas del “Cuervo”.
Hasta que, luego del tiempo cumplido, de los cambios y del cansancio, Central acertó y Flores no pudo hacer nada en la última. Centro de Buruchaga y gol de Núñez, para el desahogo y la algarabía de un estado repleto.
Lamentablemente, el festejo se empañó por un roce entre los jugadores salteños y misiones, que duró casi tres minutos, resultó en la expulsión de “Burru” y Osvaldo Young, y terminó con el árbitro diciendo “basta” cuando se le venían encima -por segunda vez- los futbolistas del “Franjeado”.