"Lo dije en su momento, Carlos se ganó el derecho a que le renueven su contrato, creo que este tipo de jugadores se definen por sí mismos y hay ciertas declaraciones que sorprenden, no se lo puede llamar ex jugador. A las trayectorias hay que respetarlas, no quiero decir que debe ser titular indiscutido, pero merece respeto", resaltó Alfaro.
El ex entrenador Xeneize, quien dirigió al Apache durante el tiempo que estuvo en el club, aunque lo utilizó poco, se diferenció así con Bermúdez en la dialéctica y controvertida renovación del contrato.
"Tevez no juega por la plata, lo hace por la gloria. Él es un obsesionado en el buen sentido de la palabra y quiere ganar todo. Cada vez que le toca jugar no le da lo mismo, eso es muy bueno porque se mantiene más allá de todo lo que logró", enfatizó Alfaro.
El entrenador, en su momento, no transitó una buena relación con Tevez, aunque siempre consideró su carrera en el club por la representatividad del jugador.
Lejos del acuerdo por la renovación
El largo conflicto que se generó con el Consejo de Fútbol de Boca comienza a pesar y mucho en la reflexión de Carlos Tevez, quien por estas horas analiza los pasos a seguir según el tiempo que pidió para analizar la última oferta, con la que aún mantenía diferencias.
Y lo cierto es que la negativa se convierte en una posibilidad cada vez más concreta.
El Apache, el ídolo del planeta Xeneize, siempre afirmó que solo piensa en Boca y, consecuentemente, desoye por ahora todas las "tentaciones" de otros equipos que comenzaron a llegarle: su prioridad por el momento pasa por resolver su situación con el equipo de la Ribera sin poder enfocarse en nada más. Y el trato público que le dio el Consejo de Fútbol, con Jorge Bermúdez a la cabeza, por lo menos poco amable, sería el desencadenante que podría precipitar su salida.
De todas formas, Tevez se mantendrá firme en su intención de jugar solo en La Ribera en nuestro país.
Y quizás, en caso de decidir marcharse, ni siquiera lo anuncie públicamente, para limitarse a rechazar el ofrecimiento en silencio. La semana que viene será crucial para la decisión de Carlitos, un Tevez dolido.