Sí, el milagro es posible. Y así se lo considera porque sobrevuela la sensación de cosa juzgada luego del triunfo “millonario” de 2-0 en el duelo de ida de una de las semifinales de la Copa Libertadores el 1 de octubre en su estadio Monumental.
La revancha es esta noche desde las 21,30 en la mítica Bombonera y el ganador jugará la final única del certamen continental el 23 de noviembre por ahora en Santiago de Chile.
La otra semifinal la definirán mañana el Flamengo y Gremio, ambos de Brasil, tras empatar 1-1 en el primer partido.
Los boquenses se habían tomado el reencuentro con River este año como la oportunidad de sacarse la espina por la histórica final que le ganó en Madrid a fines de 2018. Pero volvieron a morder el polvo ante un rival que le saca varios cuerpos de ventaja en juego colectivo.
River hasta pudo liquidar la serie de la semifinal si no hubiera sido por el arquero boquense Esteban Andrada. Desde lo estadístico, el equipo de Marcelo Gallardo está invicto como visitante en partidos de eliminación directa desde 2017. En esta edición apenas recibió un gol en esa condición ante Cerro Porteño en cuartos de final.
Gallardo dio el equipo
El “Muñeco”, que perdió uno sobre seis partidos que dirigió en la Bombo-nera, no tiene dudas y confirmó a los mismos once que ganaron hace 20 días: Armani, Montiel, Martínez Quarta, Pinola, Milton Casco, Enzo Pérez, De la Cruz, Palacios, “Nacho” Fernández, Santos Borré y Suárez.
“No nos den por muertos”, advirtió el técnico de Boca, Gustavo Alfaro, pese a las estadísticas y la aparente inferioridad futbolística de su equipo. “El del martes (por hoy) va a ser el partido más importante de mi vida, así lo estoy viviendo y así lo voy a afrontar”.
Sin embargo, Alfaro reconoció que le preocupa la condición física de sus jugadores más importantes en ofensiva: el capitán Carlos Tevez, el mediocampista Eduardo Salvio y el artillero Ramón Ábila, los tres con distintas dolencias musculares. Sin embargo, ayer el técnico con Abila y Teves.
Más desde su experiencia que por su actualidad e incluso por peso específico de sus apellidos por sobre los de otros, es que Tevez y Ábila comenzaron a merodear en la cabeza del técnico. Asì decidió jugar esas cartas. Es que el equipo se juega lo que resta del año (lidera la Superliga pero recién finalizará en 2020) y en particular Carlitos apostará a revalidar su condición de ídolo y líder.
En tanto que el volante italiano Daniele De Rossi, que acaparó portadas de diarios de Argentina e Italia cuando llegó a principios del semestre pero jugó poco y nada por problemas físicos.