Es el segundo año que el 1 de Noviembre en la casa de don Severo Báez, se viste una mesa con lo que más le gustaba a los familiares fallecidos consumir. A este hecho se sumaron vecinos quienes también honran los recuerdos de sus muertos, en el Día de todos los santos.
Viviana Báez, señaló a Nuevo Diario que “un año más conservando vivas nuestras costumbres y tradiciones, ayer se realizaron las ofrendas junto a niños, jovenes, y adultos, así se puso la mesa para nuestras almitas y rezamos el rosario”.
En la jornada de hoy sostiene que se recuerda “el despacho de las almitas y se levantara la mesa se repartira las ofrendas para todos los presentes a partir de las 19 horas”, dijo.
En la casa de don Severo Báez, en José Echenique 1074, Villa Primavera y bajo el lema “Conservemos nuestras costumbes vivas”, dijo su hija “se reciben nuestras almitas con alegría y amor, se reza para todas las almitas olvidadas y para todos los Santos”.
Pura tradición
En esta ceremonia una de las leyendas dice que Dios abre las puertas del cielo y los difuntos bajan a la tierra a ver a sus seres queridos y por ello los familiares y amigos los reciben con todas las cosas que le gustaban en vida, y se cree que se quedan entre nosotros desde el mediodía del 1 de noviembre hasta el mediodía del día siguiente.
Es por ello que en ambos días se realizan diferentes rituales que incluyen preparaciones especiales, misas, visitas a los cementerios con el despacho final de las ofrendas preparadas, y sobre todo los sentimientos encontrados de alegría y tristeza simultáneamente.
En si el ritual es realizado fundamentalmente por las familias que han perdido un ser querido durante los tres años consecutivos del fallecimiento, y a medida que van pasando los años la solemnidad y el esfuerzo en la preparación del ritual van disminuyendo.
A pesar de esto la costumbre de llevar coloridas flores de papel al cementerio sigue muy arraigada y es común que aún pasado mucho tiempo se lleven coronas o ramos e incluso los que pueden grandes arreglos florales.
En el cementerio
Esos arreglos florales son llevados en la mañana de 2, es decir hoy en las tumbas de los difuntos donde suelen pasar algunas horas a manera de acompañamiento.
Allí se les reza recuerdan anécdotas y se participan de las misas que se celebran y aquí termina la ceremonia, sin embargo sus flores perduran años y le dan una característica muy distintiva a estos cementerios. Es habitual que este hecho vea modificado el tránsito en los alrededores de los cementerios.