En la jornada de hoy funcionarios de la cartera de Educación se habían compromentido a reunirse con los padres para plantearles alternativas para que los niños vuelvan a tener clases en condiciones óptimas.
Por ahora, unos 150 niños de los grados inferiores toman clases en la biblioteca y en aulas del Nivel Inicial. Ayer, nuevamente, los padres se presentaron en la escuela manifestándose en contra de la falta de acondicionamiento.
Los manifestantes querían respuestas sobre los avances de las gestiones que las autoridades de la escuela y del Gobierno provincial llevan a cabo para que los alumnos cursen el año lectivo en sus aulas habituales. A media mañana un profesional de Obras Públicas se apersonó a la escuela y recorrió las instalaciones dañadas, a partir de la presión de los padres.
Para tener más información, el funcionario accedió hablar con ellos y les comunicó que las aulas "no estaban en tan malas condiciones" y que podrían refuncionalizarse colocando cielorrasos de durlock.
"El arquitecto nos explicó que no es tan grave el tema como para inhabilitar las aulas y que se puede dar una respuesta rápida en menos de un mes. Pero nosotros vamos a seguir firmes porque el problema es la burocracia y nadie nos da plazos ciertos y por eso protestamos.
El tema es que no queremos que estas refacciones lleven meses o años. El problema es mientras tanto donde van a estar los chicos", dijo Rosa Gómez a Nuevo Diario.
En tanto, las incertidumbres entre los padres continúa ya que: "aún no tenemos respuestas si reubican a los chicos más grandes a escuelas cercanas, lo que no está confirmado ni la construcción de dos aulas de durlock. Hasta ahora no hay respuesta", sostuvo Lucía Matthews, madre un alumno.
No obstante, las acciones a concretar se anunciarán hoy en la reunión prevista a primera hora en las instalaciones de la escuela.