La mujer denunció ante la Fiscalía Penal Nº 4 de Violencia Familiar y de Género, en el Ministerio de Derechos Humanos de la Provincia y ante las mismas autoridades de la escuela policial que fue objeto de discriminación y que dos oficiales auxiliares y una suboficial (Guitián, Monserrat y Carla Sequeira) la hostigaron durante el entrenamiento, llegando a causarle lesiones e inclusive a golpearla hasta que solicitara la baja.
Tejerina ingresó a la escuela para el período de adaptación en marzo del año pasado, previo examen físico. Tiene una bebé que padece ALPV (alergia a la leche de vaca) y reflujo gastroesofágico, por lo que ambas debían seguir una dieta estricta libre de lácteos, ya que en el período de lactancia todo lo que come la madre le pasa al bebé a través de la leche.
“Antes de comenzar yo planteo esta situación y pedí si podían darme una dieta especial o bien que se me permita comer en mi casa y poder amamantar a mi nena. Los oficiales me dicen que no iba a haber un trato especial para mí y decidí hablar con el jefe de Instrucción y ahí comenzó la persecución”, relató.
“Una de las instructoras frenaba el ingreso de la nena y de la comida. Encima yo me lesiono la rodilla por el entrenamiento y no podía caminar. Después que el padre de mi hija pidiera que se respetara el parte de enfermo y la comida al día siguiente una de las oficiales me bailó sin dejarme descansar, estuve de guardia casi toda la semana hasta que una de las oficiales me levantó la mano y uno de los oficiales que denuncio no me dejaba salir. Yo pedía ir al médico por la lesión y me decían que si firmaba la baja podía salir.
Prácticamente me privaron de mi libertad por tres horas hasta que me obligaron a firmar la baja”, sostuvo. Tejerina aseguró que el Ministerio de Derechos Humanos se declaró incompetente en el caso y que la Fiscalía alegó que no hubo violencia de género porque ella no tenía ningún tipo de relación con ninguno de los acusados.
