Verónica Gallo, miembro del equipo de orientación escolar de la institución, señaló a Nuevo Diario que constantemente trabajan con las problemáticas de los niños de la institución, y que en esta oportunidad buscaron realizar actividades que a los chicos los saquen un poco del dolor que tenían, por la pérdida de una compañera que se quitó la vida.
“Nos parecía que un vivero representa la vida, eso de buscar semillas”, y esto de ponerle ‘Una flor por Brenda’ es porque en realidad significa que ya pasó lo malo y que tienen que mirar para adelante”, indicó Gallo.
La docente precisó que en la escuela los alumnos tienen muchas carencias, tanto de recursos como de afecto. La semana entrante los alumnos por primera vez tendrán una cena de fin de curso organizada por los docentes.
“Queremos hacer la fiesta para que sepan que terminan la primaria y comienzan una nueva etapa mejor y no otra más triste como creen que es la adolescencia, donde se ven atravesados por otros conflicto vinculados a las adicciones, la violencia, las patotas del barrio. Queremos decirles que es un logro lo que están haciendo y que comienzan otra etapa con el secundario”, agregó la especialista.
Gallo agradeció al concejal Matías Cánepa, quien gestionó la visita al vivero, ya que en estas fechas suelen estar suspendidas. La Cooperadora Asistencial colaboró con el transporte de los niños hasta el Vivero Municipal.