Ya en el lugar, Cargnello se refirió al significado del ícono y exhortó a los presentes a abrir las manos a la honestidad, a la amistad y a la humanidad, tras lo cual se entonaron las estrofas del Himno Nacional y se llevó adelante el tradicional desfile cívico, con masiva presencia de gauchos de todos los rincones de la provincia.
Finalmente en el lugar se ofició misa, tras lo cual la imagen de la Virgen retornó en procesión al templo.
Historia de la Virgen
La Virgen del Perpetuo Socorro es un icono procedente de la isla de Creta de época muy antigua, representa a la Virgen con el Niño Jesús y los instrumentos de la Pasión, y así se la veneraba hasta que llegó a Roma en el siglo XIII. Allí la Virgen, en un mensaje dado a una niña de seis años, expresó que quería ser venerada como Madre del Perpetuo Socorro. La invasión francesa destruyó el Templo de San Mateo en Roma, lo único que se salvó fue el cuadro, que permaneció oculto hasta 1798, fecha en la que los Redentoristas comienzan a dar a conocer y cultivar su devoción por todo el mundo; es así que la Virgen del Perpetuo Socorro, auxilio de pobres, afligidos y desamparados, es venerada en Salta. De esta manera fue adoptada por los gauchos, que en cada mes de julio le rinden honores.
Este año se cumplieron 125 años de la llegada del Perpetuo Socorro, de la mano de los misioneros redentoristas al norte argentino, y por ende a Salta, así como también transcurrieron 150 años de la restauración del culto. Fue así que el tradicional ritual se celebró con la participación de más de 1600 gauchos de diferentes fortines y agrupaciones, que le dieron una fisonomía particular a la ciudad en la tarde invernal salteña, vestida de rojo y negro, y abriendo paso a los devotos que año a año renuevan su fe ante la Virgen redentorista.
Los devotos que se acercaron desde distintos puntos agregaron emoción a la ceremonia con su peregrinar, destacándose el grupo de fieles proveniente de la Puna salteña, denominado "Los peregrinos de Cobres”, que este año cumplieron 25 años de haber iniciado la peregrinación de amor y fe cristianos; año a año pasan por San Antonio de los Cobres, y en su recorrido van sumando peregrinos de toda la Quebrada del Toro hasta arribar caminando a estas tierras, para renovar su promesa ante la Madre de Dios.