Fue asi que, aunque muchos locales decidieron cerrar sus puertas, las grandes cadenas de supermercados, atendieron con normalidad, en medio de rumores de "aprietes" a los empleados para que no se adhirieran a la medida.
En lo que respecta a los pequeños y medianos comercios, propietarios y empleados adoptaron una "mirada solidaria", por lo que el carácter del reclamo para este sector, contempló a unos y otros. Así lo analizó Ángel Ortiz, Secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio, en el diálogo con la prensa.
En primer lugar, el gremialista diferenció la decisión de los trabajadores mercantiles de adherirse al paro, al tiempo que se manifestó cercano a muchos dueños de comercio que atraviesan un complicado panorama, que implica el cierre de numerosos locales, y por ende el incremento en los despidos.
"Esta jornada de protesta es porque nos fijaron un techo del 15 por ciento, cuando las tarifas incrementaron un 30, 40 por ciento", analizó Ortiz y agregó que "esta situación condena a los trabajadores a una pérdida importante del poder adquisitivo del salario".
Si bien los empleados de comercio resolvieron no movilizarse ayer, advirtieron la necesidad de aclarar algunos puntos con patronales o grandes empresas: "No entendieron que no estamos haciendo una medida de fuerza contra la empresa, sino por los trabajadores y por la propia situación que vive la empresa".
En la misma dirección se expresó Rubén Barrios, presidente de la Cámara de Comercio, que apeló al "buen diálogo y entendimiento con los sindicalistas del sector", agregando que hubo un compromiso de "realizar un paro pasivo". Barrios concluyó que "los mercantiles son comprensivos de la situación del comercio", y que "en Salta saben que si no trabajamos, ellos se quedan sin trabajo".
Dispar en el interior de la provincia
A diferencia de Salta Capital, la adhesión a la jornada de protesta nacional convocada por la CGT, fue perdiendo fuerza.
Así, puntos como Rosario de Lerma, San Antonio de los Cobres y Cafayate, tuvieron un bajo a nulo acatamiento, con desarrollo normal de las actividades, a excepción de la circulación del transporte de pasajeros.
Por el contrario, para Metán y Güemes, la protesta, además de lograr numerosas adhesiones en los distintos sectores, tomó otros ribetes, relacionados con la situación social que atraviesa la zona, ante la incertidumbre de los destinos de estas ciudades con la nueva traza de la Ruta Nacional 9/34, y las posibles consecuencias negativas sobre las economías regionales, atento que un desvío las transformaría en “ciudades fantasmas”, tal como lo afirman en la zona.