La cantidad de tiempo de los reclamos fue reconocida por Silvia Romero, directora del establecimiento, al sostener que ese es el tiempo que lleva en el cargo. Desde que asumió empezó con los reclamos por las malezas que alcanzaban los techos de la institución además de permitir que roedores, insectos y hasta víboras lleguen al edificio por la falta de mantenimiento de ese baldío.
El viernes pasado, tormenta mediante, dejó al descubierto la situación cuando un chapón que hacía de cercado del baldío se cayó. Fue entonces que las autoridades se percataron de la suciedad en la que se encontraba ese predio.
Hicieron los reclamos pero esta vez ante los medios de difusión. “Media hora después vinieron desde la Municipalidad a acondicionar el lugar”, dijo Romero al señalar la forma en la que los trabajadores habían dado una solución al problema: el mismo chapón fue apoyado sobre bolsas arpilleras con tierra que hacían de soporte del lado de adentro.
Del lado de afuera, en tanto, el chapón se sostenía con un tronco cortado de uno de los árboles que hay sobre esa cuadra. El precario acondicionamiento estaba, a su vez, con un precintado que advertía del peligro.
Ayer, nuevamente tras las denuncias, la Municipalidad decidió ingresar al baldío y proceder a la limpieza y desmalezado cuyo trabajo luego será cargado con la correspondiente multa al propietario del terreno abandonado.
Según indicaron fuentes de esta Secretaría a Nuevo Diario, el propietario del terreno baldío había sido notificado el 26 de diciembre de 2016. Pero como tiene domicilio en la provincia de Jujuy, le dejaron la notificación de una multa en el mismo baldío.