Aunque el funcionario sostuvo también que los niveles de algunas sustancias están por debajo de las normativas establecidas para empresas como, por ejemplo, Aguas del Norte.
"Seguramente eso va a necesitar una revisión", dijo al hablar con los medios tras una exposición de más de dos horas en las cuales se explicó a los senadores respecto de los trabajos que se vienen realizando desde 2009 y que remarcaron, bajaron los niveles de algunos elementos que contaminaron las aguas por mucho tiempo.
Fuertes aseguró que los trabajos iniciaron antes de las inundaciones que se produjeron en 2011 en la zona de calle Ituzaingó arriba, que es la mayor zona de influencia de este río dentro de la ciudad según los niveles históricos de crecidas.
El 2011 es un año clave dado que desde ese momento fue que se inició la acción por parte de vecinos de barrio Ceferino afectados por la inundación. En ese marco fue que se hicieron inspecciones oculares y pedidos al Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), que al hacer los análisis del curso de agua encontró metales pesados y altos niveles de contaminación de otras sustancias.
Recién luego de ese informe fue que desde Recursos Hídricos se dio a conocer que se hicieron informes con la empresa INDUSER que se venían realizando desde 2015 y que también habían confirmado los altos niveles de metales pesados y otras sustancias.
Fuertes explicó que la contaminación con aluminio está en las aguas del río Ancho antes de pasar el vertedero San Javier y en las del Arenales hay plomo antes de pasar el canal Tinkunaku por lo que evaluó que es preciso seguir trabajando en el saneamiento del cauce.
En este punto es que recordó que en el saneamiento se erradicaron 55 mil metros cúbicos de sedimentos del río, en los cuales se encontró desde electrodomésticos, hasta bochas de heladera y partes de autos. Respecto de los análisis, los funcionarios deslizaron ante los legisladores la necesidad de contar con equipos propios para controlar la incidencia de sustancias en las aguas.
Un caudal con cloacas
"Es muy pequeño el caudal para el volcamiento", dijo Fuertes al referirse al líquido que sale de la planta depuradora de Aguas del Norte cuya tolerancia normativa de los valores que inciden en el río está muy por encima de lo que aguanta la vida acuática.
En este punto sostuvo que la empresa se lleva por la resolución 011 cuyos valores están muy por encima de aquellos establecidos para mantener la vida en el río "con lo cual hay que hacer una revisión de la norma", sostuvo.
Control ineficaz
En parte de la exposición de Fuertes surgió la denuncia por acontecimientos sucedidos con un terreno colindante al cauce del río en el cual el titular registral permitía volcar basura.
Para ello se decidió cerrar una de las calles por las que los camiones tenían acceso al terreno para volcar residuos sin tratamiento “y ahora sabemos que mermó la cantidad de llegada de volquetes con residuos.
El catastro en cuestión contiene 800 metros y se encuentra entre avenida Tavella e Yrigoyen. Estaba frente a una garita de la Policía Ambiental y, según Fuertes, se labraron actas por la infracción en la que se incurría.
Por ahora, hay una multa de 900 mil pesos que aún se encuentra apelada en sede administrativa. Ante la infracción el funcionario indicó que la entidad no puede ingresar a un terreno que es privado.