La condena a Menéndez fue por su participación en la Masacre de Palomitas, el fusilamiento de 11 presos políticos cometido el 6 de julio de 1976 por miembros del Ejército y de la Policía provincial.
Menéndez fue condenado como autor mediato del delito de homicidio doblemente calificado, por alevosía y por el número de personas que participaron; 11 presos políticos que estaban alojados en la cárcel de Villa Las Rosas fueron asesinados en las cercanías de la localidad de Palomitas, al costado de la ruta nacional 34, pasando la estación de peaje Cabeza de Buey.
Entre 1975 y 1979, años de terror estatal, Menéndez estuvo al frente del III Cuerpo del Ejército, del que dependía la Zona 3, en la parcelación del país que hicieron los fuerzas armadas a los fines represivos.
La Zona 3 comprendía a las provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Salta.
De la Zona 3 dependían la Subzonas 31, 32 y 33. Salta, con Jujuy y Tucumán, estaba en la Subzona 32, que dependía de la Brigada de Infantería V, con asiento en Tucumán. A su vez esta Subzona se dividía en áreas y, en algunos casos, como en Salta, en Subáreas.
La provincia de Salta correspondía al Área 322. Dentro de ésta funcionó la Subárea 322-1. El Área 322 estaba bajo el mando del jefe del Regimiento de Caballería de Salta, y la 322-1 dependía del Regimiento de Monte 28, de Tartagal.
Sentencias en Salta
Luciano Benjamín Menéndez fue condenado en Salta en la causa Palomitas II, en la que también fueron condenados, y a la misma pena de reclusión perpetua, el ex jefe de Inteligencia de la Policía de Salta, Joaquín Guil, y Juan Carlos Alzugyara y en la causa Palomitas I, en diciembre de 2010 fueron condenados los militares Carlos Alberto Mulhall, Miguel Gentil, y Hugo César Espeche.
En el territorio provincial hubo unos 240 desaparecidos durante la última dictadura, y un número todavía no identificado de detenidos que sufrieron torturas.