Advierten que a la contaminación del lugar, que se da por los micros basurales y el estancamiento de las agua, se le suma la proliferación de alimañas de todo tipo.
Afirman que este padecimiento es permanente en todo el año ya que la última vez que se limpió y acondicionó el canal fue en 2015 durante la gestión de Matías Assennato, en el Área Metropolitana que por ese entonces era un área del gobierno provincial.
“El problema es que todo lo que se tira, heladeras, colchones, gomas, está al costado del canal y cuando venga la lluvia va a arrastrar todo a la avenida Delgadillo que a esa altura el canal va por debajo de 17 cuadras asfaltadas y no puede ingresar.
Son 1700 metros por los que no se puede entrar por ninguna parte. Encima en el medio tiene columnas que sostiene el cemento y las cosas que arrastra el agua chocan ahí y se encastran”, explicó a Nuevo Diario, Rafael Dávalos, miembro del Consejo Vecinal de la zona Este.
“En el verano cuando se calientan las piedras de los gaviones que están como base del canal sale todo tipo de bicho que ingresan a los hogares.
Lo peor es que cerca está de la plaza. Desde Obras Públicas me dicen que el tema le corresponde a Medio Ambiente y desde ahí se hacen los sordos.
“Cuando limpiaron la zona del barrio Autódromo, nuestro barrio se llenó de basura con la primera lluvia. Somos un barrio más de los olvidados, de los que se ignoran, de los que solo tiene visita de funcionarios cuando hay elecciones”, disparó Dávalos.