Ratificó que pretendían encadenarse a las puertas de la planta y solo se subieron a un tanque de alcohol en un intento por escapar de los guardias privados y policías que los perseguían.
El juez de Garantías Franciso Oyarzú decidió ayer convertir en detención la aprehensión que pesaba contra Martín Méndez y Jorge Moreno, dos trabajadores despedidos por el ingenio que ahora están acusados por amenazas, daño e invasión a la propiedad privada.
Mascietti explicó que el juez cuenta ahora con 15 días para resolver si los mantiene en prisión preventiva o los libera. Contó que Oyarzu justificó la no liberación ayer en que primero quiere escuchar los testimonios de los guardias y policías supuestamente amenazados.
El abogado dijo que apelará esta decisión, y destacó que ambos tienen problemas de salud, “los dos tienen una hernia de disco”, enfermedad provocada por el duro trabajo que realizan.
Por su parte, Tabacal aseguró ayer que los dos trabajadores “ingresaron de manera clandestina” al ingenio, alegó que son “dos personas ajenas a la empresa”, que iban “encapuchados”, se ubicaron junto a los tachos de alcohol con “la clara intención de provocar daños irreparables para la actividad de la empresa así como la integridad del personal que estaba trabajando en el turno”.
Además, “lanzaron con gomeras desde lo alto elementos contundentes piedras y pedazos de hierro cortado”. En el lugar la policía secuestró una mochila. Según informó la fuerza, que adjudica esta mochila a los obreros, contenía miguelitos y bombas de estruendo y “bombas molotov”.
Mascietti ratificó ayer que la mochila no es de Méndez y Moreno, y destacó que en la fotografía de los elementos que supuestamente estaban en la mochila, facilitada por la Policía y publicada por algunos medios, “es mentirosa, porque tenía hasta gases lacrimógenos”, cosa que tampoco se encontró en su momento, con lo que “quiere decir que la Policía le puso lo que tenía en la Comisaría”.