Roxana de Martínez informó a Nuevo Diario que en ese lugar habitan unas 60 familias criollas y unas 45 de la Comunidad originaria Misión La Esperanza. Añadió que estas últimas nunca recibieron ayuda.
Este paraje fue inundado por la crecida del río Bermejo, si bien el agua bajó un poco, todavía se mantiene y tanto personas como animales (vacas, chanchos y aves) se encuentran en espacios pequeños, rodeados por bordes o defensas para protegerse del agua. Roxana dijo que alimentan a los animales de ramas que logran bajar y maíz, pero ya han comenzado a morir de hambre algunos.
La mujer contó que hace días salieron, en parte en moto y en parte caminando por el agua, para buscar provisiones en Rivadavia Banda Sur, aunque por esto mismo no pudieron llevar demasiado. Y añadió que, sobre todo, necesitan “la mercadería y calzaditos”.
En este paraje la gente toma agua de cañadas, que son cauces que se llenan de agua de lluvias y/o agua del río. En el caso de Roxana, dijo que hay una cañada cerca de su casa, cuya agua consumen.
Vecinos de la comunidad La Esperanza