Esta cuestión sería consecuencia de la imposibilidad de los técnicos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF), de llegar hasta todos los rincones de la provincia para avisar de la nueva disposición establecida por el Ministerio de Agroindustria de reempadronarse en el Monotributo Social Agropecuario (MSA), que establece la posibilidad de seguir con la obra social a costo cero hasta el 31 de diciembre de este año.
A partir de enero, en tanto, cada uno de los que se reempadronaron deberán pagar el 50 por ciento de la obra social (unos $268 por persona), porcentaje que hasta ahora era cubierto por el Ministerio de Agroindustria.
A partir del primero de enero los reempadronados pasarán a ser del Monotributo Social (MS). Aquellos que no hicieron el trámite para reempadronarse o renunciar generarán deuda a partir de ahora dado que fueron directamente pasados al MS. En estos casos los que quieran renunciar deben dirigirse a partir de ahora a las dependencias del ANSeS.
Mientras, se pudo saber que al menos el 70 por ciento de las familias campesinas que gozaban de la obra social, pero también de la posibilidad de ingresar al mercado formal (con la generación de facturas por las ventas de sus producciones), y de contar con aportes previsionales, decidieron renunciar a todo. Son casi 700 los campesinos que finalmente optaron por esta ‘salida’, ante las pocas opciones de quedarse.
Un 10% de quienes se reempadronaron no contaban con facturas hechas, por lo que a partir de agosto pagarán también los costos que corresponden al pago de la obra social.