Reclamaban por el descuento de tres días que les aplicaron por realizar un paro el año pasado, entre otros temas.
Ayer cerca del mediodía, el secretario de Gobierno municipal, Daniel Campos, acordó con Fermín Hoyos, secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la delegada gremial, Adriana Guerrero, reintegrar los días descontados.
En 2017, los trabajadores concretaron un paro de tres días, los que fueron descontados recién con el sueldo de abril.
La Municipalidad, según los trabajadores, liquidó mal la ayuda escolar, que es de $1.250 por cada niño, pero sólo pagó $1.000.
A esto se sumó que hasta la semana pasada aún no había pagado los sueldos a las 100 personas que conforman la planta contratada; ni canceló el aumento previsto por las paritarias 2018.
Por el compromiso asumido por Campos de pagar todo lo adeudado, los municipales decidieron esperar una semana hasta que se cumpla el acuerdo y de no ser así volverán a la medida de fuerza.
Sin embargo, Guerrero anticipó a Nuevo Diario que quedan pendientes la entrega de indumentaria y el pase a planta permanente de cinco trabajadores.
La medida de fuerza se llevó a cabo con la clásica carpa apostada en las afuera del edificio municipal que arrancó el lunes pasado con unos 40 trabajadores, a los que se fueron sumando otros con el correr de las horas.
En la mañana del jueves la Municipalidad amaneció con los portones principales de accesos cerrados y con el cartel que decía “personal municipal tocar la puerta”. Esto provocó indignación entre los trabajadores por lo que minutos más tarde el Ejecutivo municipal accedió a sacar el cartel y abrir los portones.