Lejos de estar equivocada, sus dichos en el video se complementan con otras declaraciones que hizo el gobernador de la vecina provincia en un canal televisivo de Jujuy en donde aseguraba que al cierre del Ingenio más antiguo de Salta "lo tenemos que aprovechar" para que el Ingenio La Esperanza.
Esta empresa ahora gestionada por el estado provincial jujeño, despidió unas 336 personas a fines del año pasado, ahora según su parecer, ahora podrá contar con mayor oportunidad de realizar una buena zafra.
Entre las razones de ese aprovechamiento, Morales señaló que los cañeros independientes que le vendían la materia prima para ser procesada por el ingenio San Isidro iban a "tirar su caña" en los ingenios de Jujuy, como La Mendieta o La Esperanza, dado que era imposible poder venderla en Salta.
"Nadie ha quedado en la calle", sostuvo sin alterarse el gobernador Morales pese a que hasta ahora, según pudo averiguar Nuevo Diario, ninguno de los despedidos fue reincorporado. "Estamos bien con La Esperanza. Hicimos lo que teníamos que hacer sino cerraba como el San Isidro", agregó.
Por ahora, se espera entregar el Ingenio a la gestión privada del grupo colombiano Omega. Sin embargo, algunos entendieron que eso es improbable, dado que existe un concurso de quiebra en la Justicia y varios son los que se opusieron a la venta al grupo colombiano.
"Un Feudo con siervos"
El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), Mariano Cuenca, salió a responder al mandatario jujeño diciendo que "lo que para Morales es buena anoticia para el pueblo es miseria, pérdida del trabajo, hambre y sometimiento. Nadie puede alegrarse de las desgracias ocurridas en otra provincia, mucho menos si esa provincia es vecina y comparte el mismo destino que la propia.
Eso demuestra lo que es el pueblo y también lo que es Jujuy en la visión de Morales: un feudo con siervos sin derechos". Para Cuenca lo de Morales es "una falta de respeto imperdonable", y entendió que es lo que piensa de "todo el pueblo argentino".
Agregó que "nunca podríamos alegrarnos por los despidos, la represión y la incertidumbre que sufrieron y aún sufren los trabajadores del ingenio La Esperanza. Por el contrario, asumimos su lucha por las fuentes de trabajo y sus reivindicaciones como propias.
El gobernador jujeño es una paradoja: sus prácticas y dichos son exactamente el reverso de su apellido, son inmorales", concluyó.
