Este elemento utilizado y promocionado de manera mundial como capaz de prevenir contagios o al menos brindar cierta salubridad con el solo hecho de frotarse las manos con él, en Cerrillos no estaría cumpliendo con el principio fundamental, que es el de su fabricación de manera automática y lejos de toda contaminación.
Sin embargo, en Cerrillos una denuncia presentada ante la Fiscalía Penal de esa ciudad vecina a la Capital, intenta demostrar que los frascos que deben ser asépticos, en realidad son rellenados de forma manual. Acompaña la denuncia un video junto a varias fotografías.
El hecho salió a la luz cuando el 23 de junio pasado, Mario Argentino Rodríguez, inspector de Bromatología de la comuna-hoy a la espera de la restitución de sus funciones- recibió de forma anónima en la puerta de su casa una caja en la que había un CD y dos botellitas de alcohol en gel con una etiqueta que decía “Bromatología e higiene” y el logo de la Municipalidad de San José de los Cerrilllos.
En el video se mostraba una charla realizada en el Centro Cívico de Los Alamos, por parte de Bromatología de la municipalidad, para Manipulación de Alimentos, donde se entregaban esas botellitas a los asistentes.
Alertado Rodríguez, por conocer que ese alcohol en gel carecía de autorización para ser distribuidas, consultó a la Dirección de Farmacias, donde un asesor legal y dos inspectores de la entidad le informaron que eso está completamente prohibido fraccionar y menos aún distribuir a otras personas, “esto es atentar contra la salud pública”, se señala en la denuncia.
En la denuncia efectuada por Rodríguez, ante la fiscalía sostiene que quienes rellenan los frascos son las personas responsables del sector Bromatología de la municipalidad de Cerrillos, de tal manera que los denunciados son Marcela Lucía Guaymas, Federico Ledesma, y Carina Bellido.
También ravioles
Al parecer nada de esto es nuevo si se tiene en cuenta que ya en julio del 2016, el mismo Rodríguez, y según consta en actas, realizó un decomiso el día 14, de ravioles en una panadería de Cerrillos, donde además funciona una fábrica de pastas.
Además de detallar, en el acta, los inconvenientes que sufrieron para llevar adelante la inspección donde se retiraron luego algunas cajas de ravioles. En la misma acta se sostiene con número de expediente, que según marca el protocolo, las cajas decomisadas fueron llevadas al Laboratorio de Bromatología del Ministerio de Salud Pública de la Provincia, donde los análisis dieron producto No Apto para consumo.
Al día siguiente tanto Rodríguez como Marcela Guaymas, fueron convocados al despacho de la intendente Yolanda Vega, quien les consultó por lo ocurrido en el decomiso de la panadería, encontrándose en la reunión el propietario de la panadería con el hijo.
Charla va charla viene la orden fue devolver lo decomisado y dejar nula la actuación realizada.