Esa fue la conclusión arribada tras conocer que al menos el Instituto Provincial de la Salud (IPS), decidió dar la cobertura a los chicos de esa edad que se quedaron sin su vacuna (establecida por calendario de vacunación obligatorio), tras la decisión del Ministerio de Salud de la Nación de suspender la dosis que corresponde a los niños y niñas de esa edad.
En principio, se entiende que todas las obras sociales deberían dar la cobertura. Sin embargo, Nuevo Diario se comunicó ayer con algunas obras sociales que indicaron que están suspendidas por problemas varios con sus sedes centrales en Buenos Aires.
Algunas farmacias, por su parte, indicaron que hasta el momento hay médicos que solicitan por receta las vacunas que son cubiertas por casi todas las obras sociales. En caso de que se quiera acceder a estas inmunizaciones de manera particular, el costo de las vacunas está entre $2.348 y $2845.
"No queremos caer en la desigualdad de que el que tiene dinero se vacuna a los 11 años y el que no, no", fue la opinión del pediatra e infectólogo, coordinador de Relaciones Institucionales del Hospital Garrahan y miembro del Comité Científico de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag, en Radio Nacional al sostener que la única razón que puede ser entendible a esta altura respecto de la falta de la vacuna gratuita es que faltó la logística necesaria y, por lo tanto, ya no hay dinero disponible para comprarla al laboratorio que la envía mediante la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El ministro de Salud de la provincia, Roque Mascarello, por su parte, repudió la decisión del gobierno nacional de suspender la inmunización que entendió, es una razón que tiene que ver más con lo económico que con la prevención en sí misma. "Es un gran retroceso", dijo el funcionario.
¿Por qué a los 11?
Entre sus argumentos, desde Salud de la Nación se sostuvo que "la enfermedad invasiva por meningicoco en Argentina es de baja incidencia (menos de 200 casos anuales), y se da en forma endémica, con brotes esporádicos. Los casos se presentan habitualmente en menores de 2 años de edad, especialmente en los menores de 1 año", y por ello es que se quita la vacuna a los de 11 años.
Debagg explicó que la importancia de inmunizar a los adolescentes tiene doble consideración: son quienes suelen portar el germen en sus fauces y que, por lo tanto, pueden transmitirlo a todos sus cercanos.