El presidente de la ONG, el abogado David Leiva, consideró que las condiciones de detención de ambas comisarías implican un sometimiento “a tratos crueles inhumanos y degradantes”. Indicó que están alojados “14 o 15 presos por celdas, de 6 metros por 3 o menos”, tienen “8 colchones sin mudas de cama, sin duchas”, con “inodoros colapsados, a más de 40° grados de calor, se mojan durante las lluvias”, entre otras malas condiciones.
Leiva solicitó al juez que verifique las condiciones de detención y “se pronuncie expresamente acerca de la ilegitimidad, constitucional y legal, del encierro de estas personas en las condiciones en las que se hallan, y orden el cese de esta situación”. Leiva detalló que en diciembre del año pasado y en este mes en curso visitó ambas comisarías en su calidad de abogado defensor de cuatro detenidos, tres de ellos alojados en la Comisaría 24; y uno en la Comisaría 25.
En estas visitas constató que los detenidos “se encontraban hacinados en pequeñas celdas, sin mínimas condiciones de higiene y con temperaturas asfixiantes, con condiciones inhumanas de detención”. En la Comisaría 24 había 14 detenidos en una celda de 3 por 6 metros.
El letrado vio dos celdas en estas condiciones, en cada una de ellas había además solo 8 colchones para los 14 presos. Por un detenido supo que un familiar llevó un ventilador, pero solo les permitieron usarlo un día, para que funcionara desde el patio apuntado hacia la celda.
Sin comunicación con su defendido
En la Comisaría 25 la guardia y el oficial de servicio le impidieron la comunicación con su defendido, alegando que no existía lugar para tal fin, “privándolo de la defensa técnica”. Por los mismos policías supo que los detenidos sobrepasaban la capacidad de las celdas. Leiva también reseñó que ambas comisarías tienen “instalaciones sanitarias comunes, con una precaria higiene para tantos detenidos”.
Piden inspección ocular
Por todo esto insistió en que el juez debe “realizar una inspección ocular a fin de constatar lo expresado, la cantidad de inodoros y duchas (agua fría y caliente) en el lugar, las existencias en la cocina y sus instalaciones eléctricas, la cantidad de detenidos, las dimensiones de cada celda y el estado de las instalaciones eléctricas para evitar siniestros que pongan en riesgo la vida de los detenidos o su salud, y además solicitar los grados de las temperaturas que existieron y existen en diciembre y enero”, para “determinar si se deben mejorar estas condiciones de detención con artefactos que alivianen el calor y requerir del servicio médico los riesgos de la salud por las temperaturas”.
Asimismo, requirió que se le informe sobre las condiciones de higiene y salubridad de los detenidos, si “reciben suficiente provisión de elementos de higiene -lavandina, jabón, detergente, escobas, secadores, entre otros- y recipientes para ser destinados como depósito de residuos, y la frecuencia con que son levantados para evitar la putrefacción”