Según contó a Nuevo Diario el cacique Modesto Rojas, coordinador zonal, Torres estaba en la Comunidad La Avispa a principios de este mes, cuando por orden del juez federal Sergio Torres, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se realizó un allanamiento en la Finca Balbuena.
Las familias de La Avispa cortaban madera en ese lugar y fueron sometidos a un trato violento en el operativo realizado por la Federal y Gendarmería. “Los gendarmes le exigieron para que firme una acta y él tenía miedo que lo metan preso o que lo citen a Buenos Aires”, sostuvo el cacique.
Relató que tras ese hecho “este muchacho andaba muy asustado pensando que lo van a meter preso o lo van a llevar a Buenos Aires, hasta que él se quitó la vida”.
Según pudo reconstruir Rojas, el joven salió a la mañana, “no le dijo nada a la familia, iba muy triste. Pensaban que ha ido a pillar (cazar) algún animalito. Pensaban que ha ido a busar algo para traer para que coma”, pero al mediodía, como no regresaba, salieron a buscarlo y lo encontraron ya fallecido.
Torres era huérfano. Su familia estaba constituida por parientes cercanos. Como muchos en su comunidad, era hachero y reunía para la mercadería cortando madera y haciendo carbón. Rojas difundió las fotografías del joven muerto. Dijo que el propio tío las tomó: “Ellos dicen que quieren que nosotros vamos reclamando que no pase más así como pasó el otro día” en el allanamiento. Y explicó por qué tanto temor: “Ellos son gente que casi no sale a la ciudad, son gente que están más metidos hacia los campos”.
Asimismo, el cacique denunció que los integrantes de La Avispa “no tienen comida porque les dijeron que no corten más madera” y los privaron con ello de su sustento, dado que vivían de la venta de madera y el carbón.
“Como coordinador estoy muy triste por todo lo que está pasando en esas comunidades y nadie ve por ellos”, lamentó.
