El mandatario comunal salió a denunciar a algunos productores de Rosario de Lerma e incluso locales que, dijo, deciden desviar los desagües naturales a fin de proteger sus tierras. En las declaraciones que hizo a Radio Nacional, Pérez también apuntó a la falta de interés de la Provincia de otorgar una ayuda al Municipio pese a haber quedado bajo el agua y muchas de las familias perjudicadas y aisladas a causa de las inundaciones que se provocaron en esta zona.
Al ser consultado por Nuevo Diario, Zamora indicó que en estos casos se juntan "varios fenómenos". Entre ellos destacó el climatológico, dado que el régimen de lluvias generó que el volumen de entre 60 a 100 milímetros que caía a lo largo de diez horas "ahora solo caiga en dos horas".
Sumó el "auge de los loteos" en la zona, en donde se pavimenta o enripia el terreno lo cual implica una menor absorción de las aguas.
Y también confirmó que existen actitudes equivocadas de los productores de tirar el agua a los caminos. En este punto, entendió que en el Valle de Lerma hace 10 o 15 años que conviven sistemas de riego con desagües pluviales.
"Cuando empieza la lluvia se cierra la compuerta del canal para dejar de regar y estos pasan a ser canales de desagüe". Esta situación, a su vez, implica que los canales que están preparados a recibir menos aguas sean desbordados por el volumen de milímetros que los superan y terminan inundando la zona.
Por su parte, otros propietarios sin haber solicitado autorización alguna desvían los desagües naturales y generan problemas a propietarios de las tierras que se encuentran aguas arriba o aguas abajo del lugar desde donde se decidió disponer el desvío de las aguas.
En cuanto al monitoreo indicó que es prácticamente imposible por la falta de medios para realizarlo, aunque sostuvo que quienes quieran hacer las denuncias las realicen a fin de que el organismo actúe en consecuencia. Mientras, indicó que la semana que viene se prevén reuniones con Pérez.
Una familia aislada
Según se confirmó ayer desde el Municipio de La Merced, desde el viernes la familia López, que vive en Finca Berruezo (ubicada en la parte alta del municipio), se encontraba aislada.
Pese a los esfuerzos del intendente Pérez por llegar a la zona durante todos estos días, se indicó que fue imposible dado que las máquinas con las que cuentan no tienen la capacidad suficiente para moverse por el terreno.
Mientras, se teme por la estabilidad de la vivienda de la familia dado que se encuentra a solo un metro del caudal de agua que se acumula de lo que baja de Campo Quijano y Rosario de Lerma, para desembocar finalmente en ruta 68.