Autoridades de la Comunidad informaron que la Policía buscó tres veces al comunero César Arias, quien ya atravesó veinte días de prisión tras una denuncia de Bourlon de Rouvre.
Por este motivo, el pasado jueves representantes comunitarios y el propio Arias asistieron a la Fiscalía Penal de Embarcación.
En la Fiscalía les informaron que, dado que se tramitan varias causas por denuncias cruzadas entre los indígenas y los finqueros, se le pidió a la Policía que “se completen las diligencias de cada denuncia”. También se aclaró que no existe pedido de detención “para nadie”.
Los representantes comunitarios informaron que los policías no quieren brindarles información sobre los motivos por los cuales les requieren los datos o buscan a un integrante. En la Fiscalía se explicó que los policías tienen la obligación de brindar esta información.
Los integrantes comunitarios se preocuparon más todavía porque Ortega Velarde hizo declaraciones a medios locales afirmando que Arias tiene 15 denuncias en su contra.
Además, Arias informó que la Policía incluso fue un domingo a su casa a interrogarlo, dando por sentado que él tenía en su poder portones de propiedad de los finqueros. “Es que no es uno solo, a veces es toda la familia, y caen así y los chicos se asustan”, explicó el comunero ante empleados de la Fiscalía, quienes se comprometieron a hablar con los policías para cesar esta situación.
Ordenes recíprocas
Los representantes de la Comunidad Guaraní Happo P+au, que desde hace más de dos meses mantienen una carpa al costado de la ruta nacional 34, en Embarcación, en reclamo de la restitución de su territorio, se llevaron otra información de la Fiscalía: la prohibición de acercamiento es recíproca, también válida para los finqueros.
“Son recíprocas las prohibiciones de acercamiento”, se explicó en la Fiscalía. Los comuneros afirman que ellos las respetan pero Huberto Bourlon de Rouvre no. “Yo estaba en la carnicería el otro día y él mi invitaba a pelear”, contó uno de los comuneros.