Tras la decisión del intendente Rubén Méndez de quitarles la condición de contratados a 84 trabajadores y pasarlos a planilleros, perdiendo beneficios laborales, ATE comenzó en octubre un paro por tiempo indeterminado con olla popular incluida, que duró aproximadamente 15 días hasta el dictado de conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo.
Es entonces que 16 empleados recuperan su posición laboral a instancias de un acuerdo que firmó Raúl Moreno, sin consentimiento de Hoyos, con el intendente.
Luego de cumplirse la conciliación y no llegar a un acuerdo, el martes pasado los trabajadores retomaron la medida de fuerza. La jornada de ayer no pasó desapercibida, puesto que los municipales continuaron con la quema de goma, batucada dentro del edificio municipal y la visita de Martí.
Consultado por el periodista de Salvador Mazza, Raúl Costes, por los motivos de su presencia Martí dijo: "Vine por el informe que nos hizo Fermín Hoyos, secretario General del departamento San Martín, quien tiene amenazas a su vida. Desgraciadamente no hay ningún fiscal, autoridad del Poder Ejecutivo, legislador que se haga cargo o se solidarice con la situación que vive el dirigente y a la vez de los compañeros de están perdiendo los derechos adquiridos".
"Debe ser el único lugar en donde un trabajador en vez de avanzar retrocede. Esta situación está tipificada como inconstitucional por las diferentes jurisdicciones. Este territorio no es el sur Bolivia, es Argentina. Es lamentable que en un municipio, ninguna autoridad tenga la voluntad de atendernos y escucharnos. Nosotros nos presentamos con el respeto que le tenemos a la Municipalidad recordando que hay seis reuniones de conciliación obligatoria", sostuvo Martí.
El dirigente precisó que el gremio cumplió con lo solicitado por la cartera laboral y que le llamó la atención que no se haya sancionado al municipio al no retrotraer la medida de bajar de categoría a los empleados.