"No hay nada de extraordinario, sólo buscamos más eficiencia", respondió el ministro de Salud Roque Mascarello, al ser consultado sobre la decisión de que los centros de Salud pasen a depender de los hospitales Papa Francisco y Materno Infantil.
Sostuvo que con esta decisión lo que se busca es contar con un sistema el cual ya se dispone en el interior de la provincia y que de ninguna manera implica "atentar contra la estabilidad laboral de los trabajadores" de la Dirección General del Primer Nivel de Atención.
Los trabajadores, por su parte, aseguraron que son 120 los empleados que se verían afectados con esta medida y comprende al personal administrativo, mantenimiento, choferes, supervisores, residentes, médicos y coordinadores entre otros.
"Siempre hubo un divorcio entre el primer y el segundo nivel", dijo Mascarello al sostener que esta nueva disposición generará una mejor atención en los centros de Salud, y la posibilidad de filtrar aquellas atenciones que no necesitan llegar al hospital.
Recordó al respecto que en la actualidad el 80% de las consultas que recibe el Hospital Materno Infantil podrían ser resueltas en el primer nivel de atención. "Yo sólo administro, no puedo responder por privilegios", dijo el funcionario.
Al explicar sobre esta connotación, sostuvo que hay funciones que se repiten en el sistema (como supervisiones) y por lo tanto, se debe mejorar esta superposición de tareas. "Si es necesario, sí", respondió al ser consultado sobre la posibilidad de quitar jerarquías que detentan algunos agentes.