Los efectivos se desplegarán en el estado norteño de Roraima, según el decreto firmado por el Presidente, quien dijo que la situación de la nación caribeña es "una amenaza para la armonía de la región".
Temer dispuso movilizar al ejército para proteger la frontera con Venezuela y anunció su intención de buscar apoyo internacional para enfrentar la crisis en ese país, que "amenaza la armonía" de América del Sur.
"Vamos a buscar el apoyo de la comunidad internacional para adoptar las medidas diplomáticas que resuelvan ese problema, que ya no es de política interna de un país, pero que avanzó por la frontera de varios países y amenaza la armonía de todo nuestro continente", afirmó Temer en una declaración televisiva desde el palacio presidencial de Planalto.
Por su parte, Colombia y Perú, los mayores receptores en Sudamérica de cientos de miles de inmigrantes que huyen de la crisis económica y social en la nación petrolera, acordaron crear una base de información conjunta para atender eficiente y ordenadamente al creciente fenómeno. "Esta base de datos inicialmente va a operar con la información de Perú y Colombia.
Ya hay países que han manifestado su interés en esta base, hemos invitado a Brasil y a Ecuador", dijo en una conferencia de prensa el jefe de la autoridad migratoria colombiana, Christian Krüger, tras un encuentro de dos días en Bogotá con su par peruano.
En Colombia se encuentran actualmente cerca de un millón de venezolanos, mientras que en Perú la cifra asciende a unos 420.000.
Una multitud desesperada está tocando a la puerta de paísessus vecinos. Son las decenas de miles de venezolanos que huyen de la crisis por América, donde enfrentan legislaciones cada vez más restrictivas en medio de brotes de xenofobia.
América Latina, que vio salir a millones de personas hacia Estados Unidos o Europa a finales del siglo XX por motivos económicos o políticos, está bajo la presión de atender a los venezolanos que en un importante número están migrando a pie o en autoestop.
Una crisis que quedó retratada en las imágenes de caminantes por márgenes de carreteras, que el chavismo niega como un montaje "tipo Hollywood" contra el gobierno de Nicolás Maduro.
A falta de una política coordinada, cada país está adoptando sus propias medidas para encarar el inusual flujo migratorio que van desde la exigencia de visa o pasaporte -un documento al que los venezolanos no pueden acceder fácilmente en medio de la escasez-, hasta el despliegue de tropas para evitar situaciones de violencia, como en el caso específico de Brasil.
Los inmigrantes demandan alimentación, hospedaje, salud, educación y trabajo.
Según cifras de la ONU, de Venezuela han salido unos 2.3 millones de venezolanos, básicamente por la crisis que se vive allí. Para Stephane Dujarric, portavoz de la organización, la razón de esa salida masiva es la falta de alimentos.
El recorrido que han decidido hacer pasando la frontera de Cúcuta se prioriza para quedarse en Colombia o seguir el camino hasta Ecuador, Perú o Brasil.