Puertas y ventanas fueron selladas aparentemente por castigo, ya que la noche anterior a la tragedia hubo un intento de escape en el que unas 60 menores se fugaron.
“Estaban bajo llave en un cuarto no mayor de cuatro metros, eran unas 60 niñas las que estaban allí”, enfatizó la procuradora de la Niñez, Gloria Castro, ante el Congreso guatemalteco.
Castro y Harold Flores, también procurador, afirmaron que hubo negligencia en el manejo de la crisis al momento del siniestro. “Las niñas debieron ser sacadas de inmediato en cuanto vieron el humo”, enfatizaron los funcionarios que el miércoles verificaron lo ocurrido en el hogar ubicado en San José Pinula. Según los procuradores, son 600 las personas que albergaba el hogar.
Por su parte la Procuraduría General de la Nación (PGN), presentó una denuncia abierta contra los que resulten responsables de la muerte de las hasta ayer 33 niñas, según publicaba el sitio Prensa Libre. “Que se haga una exhaustiva investigación”, enfatizaron.
Ayer en la puerta de la Casa presidencial los ciudadanos depositaron carbón y muñecas quemadas, como signo de tristeza y dolor. En tanto los familiares de los jóvenes internados, señalaban que quienes escaparon, seguro buscaban huir de los horrores que debían enfrentar. Se habla de abusos de todo tipo y de sometimiento por parte de quienes debían resguardarlos.
“Trajimos a nuestro hijo aquí porque no podíamos tenerlo en la casa, ahora los forenses lo revisarán si fue violado”, dijo una madre.