"Hemos observado un proceso tranquilo, la evaluación que tenemos hasta ahora es positiva," dijo a periodistas la eurodiputada portuguesa Marisa Matías, jefa de la misión de observadores de la Unión Europea (UE).
Unos 16.000 observadores participaron en las elecciones, de los cuales 600 son de misiones extranjeras, incluida la UE y la OEA.
El gobierno desplegó más de 35.000 efectivos policiales y militares en todo el país para garantizar la seguridad del proceso, dijo el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, quien anticipó que será "uno de los más concurridos de la historia del país".
La votación transcurrió en horas de la mañana sin incidentes ni mayores reclamos en las 17.500 mesas de votación distribuidas por el país, pese a los temores opositores de fraude tras la decisión de la Sala Constitucional de permitir la inscripción de la candidatura de Hernández aunque la Constitución prohíbe la reelección presidencial consecutiva.
El mandatario, en el poder desde 2014, votó a primera hora en su ciudad natal de Gracias, en el oeste del país.
"Cuatro años más", coreaban sus simpatizantes que lo rodearon cuando llegó a su mesa.
En total hay nueve candidatos a la presidencia, pero según las encuestas solo tres tenían posibilidades de vencer.
Además de Hernández, compiten el académico Luis Zelaya, del Partido Liberal (PL, derecha); y el periodista Salvador Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición contra la Dictadura.
Tanto Nasralla como Zelaya advirtieron que no reconocerán una reelección del mandatario. Una de las naciones más pobres de América Latina, Honduras carga además con el lastre de la violencia: es uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con una tasa de homicidios que en 2016 se situó, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional, en 60 por 100.000.
El Banco Mundial ubica al promedio global en 5,3 homicidios por 100.000 habitantes. El historiador y sociólogo Marvin Barahona, del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), advirtió que la posible reelección de Hernández podría despertar un clima de confrontación en el país.