Los hechos ocurrieron el viernes de madrugada, cuando los agentes recibieron una llamada alertando de que había un hombre con una pistola en sus manos, que luego resultó ser un arma de juguete.
Según parece, los policías le dispararon después de que el joven llamado Eric Torell, que, según su familia apenas sabía hablar y tenía la misma capacidad intelectual que un niño de tres años, al no hacer caso al pedido de los uniformados de que tirará el arma al suelo.
La madre del joven fallecido dijo "no entiende cómo ha podido pasar algo así en Suecia, ni cómo los policías no buscaron otras posibilidades que disparar", por su hijo, que se había escapado de casa con una pistola de juguete sin que ella ni su hija se dieran cuenta.
Fueron mortales los impactos de bala que recibió en el estómago, poniendo fin su vida.