El número de víctimas está destinado a aumentar trágicamente porque muchas de las personas quedaron atrapadas bajo los escombros luego del derrumbe de algunos edificios a causa de la potente deflagración.
Se informó que la primera explosión devastadora, aquella que provocó la mayor parte de los muertos, ocurrió frente al Hotel Safari, cerca del Ministerio de Exteriores, quizás el verdadero objetivo de los atacantes, en el barrio comercial de la capital, donde hay varios restaurantes, negocios y hoteles.
El camión bomba fue detonado después de que las fuerzas de seguridad lo consideraron “sospechoso”. Por otro lado, la explosión provocó graves daños también a la embajada de Qatar.
El segundo camión bomba estalló pocos minutos después en otra calle provocando diversas víctimas. Los vidrios de las ventanas de numerosos edificios terminaron hechos añicos mientras algunos vehículos fueron arrastrados por la onda expansiva y se incendiaron.
Las imágenes dramáticas transmitidas por los canales de televisión de todo el mundo muestran a diversas ambulancias sobre los lugares de los atentados y a médicos intentando ayudar a los heridos, mientras muchos vagan entre los escombros de los edificios destruidos, en su desesperada búsqueda por encontrar a sus seres queridos.