Casi 50 millones de italianos votan desde esta mañana en el referéndum no obligatorio para decidir la aprobación o no de la reforma constitucional impulsada por el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, en busca de reducir los costos de la política y dar agilidad y estabilidad al gobierno.
Al mediodía hora local, un 19% del padrón ya había votado en este referéndum, según el Ministerio del Interior, una elección que también podría significar un plebiscito sobre la gestión del mandatario, quien podría renunciar en caso de un rechazo popular a las reformas que propuso.
La reforma propone la reducción de los miembros del Senado de 315 a 100, la elección semi directa de sus miembros y la disminución de sus funciones legislativas, con el anunciado objetivo de generar un ahorro de 500 millones de euros al año y dar agilidad y estabilidad a un país que tiene un tiempo medio de sanción de leyes de 30 meses y que ha tenido 63 gobiernos desde la fundación de la República, hace 70 años.
Además, plantea la eliminación del órgano consultor Cnel, una reconfiguración del mapa administrativo del país, con la supresión de las provincias, mayores facultades al gobierno central y nuevos mecanismos que se introducen en materia de democracia directa.