La explosión ocurrió en el barrio turístico de La Macarena, en un lugar donde se encontraban reunidos varios policías encargados de la seguridad en los alrededores de la plaza de toros de la capital, donde ayer se llevaba a cabo la última corrida de la temporada.
La explosión causó heridas a unos 20 policías y a una decena de personas que transitaban por el lugar. Fuentes médicas indicaron que tres de los uniformados están en estado crítico.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, señaló que las autoridades harán “todo lo que sea necesario” para capturar a los responsables del hecho y que quienes quieran asistir a la última jornada de la temporada taurina tendrán garantías de seguridad.
Según portavoces policiales, el artefacto explotó al frente de un restaurante y un hostal, a dos cuadras de la plaza de toros de Santamaría.
Hace varios meses explotó un petardo en ese mismo lugar en un atentado que causó daños materiales y que fue atribuido entonces a bandas dedicadas al tráfico de narcóticos en bajas cantidades que actuaron en venganza por operaciones policiales en su contra.
La Policía Metropolitana de Bogotá indicó que se investigan los móviles del hecho. “Ya tenemos algunas evidencias sobre la persona que pudo haber dejado el elemento en el sitio donde fue detonado.
Estamos con policía judicial haciendo verificaciones en Bogotá y otras ciudades del país”, dijo el general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de la capital. Descartó alguna relación entre el atentado y el sector antitaurino.
