Una audiencia en la que la acusación central en contra del ex juez Federal Raúl Reynoso y otros de los sietes imputados, estuvo con los testigos frente al estrado del Tribunal Oral Federal.
Para la jornada de ayer estaban citados a declarar cuatro testigos, sin embargo Pablo Meneses, no se hizo presente.
A primera hora fue la esposa de Iván Cabezas, Ana Silvina la encargada durante más de dos horas y media, hacer referencia, al perjuicio laboral y familiar que significó la causa que a su entender “fue una fantochada”.
Hizo un relato sobre la situación impositiva que estaban atravesando, por una inspección de la AFIP que llevaba dos o tres meses y en la que existía una deuda de 300 mil pesos.
“Acordé que íbamos a presentarnos para pagar con un plan de pago, todo parecía estar bien, hasta que los contadores me informaron de urgencia, que en los pasillos de la AFIP se decía que había orden de arriba para “liquidar” a Ivan Cabezas, que era de una organización delictiva, por supuesto no aceptaron el plan de pagos”, contó Chamis.
La deuda de 300 mil en horas se elevó, sin motivo alguno a 1.200.000 pesos. Definió que “órdenes de arriba”, involucraban a Rafael Resnick Brenner, por entonces delegado del organismo recaudador para la región NOA.
Resnick cabe acotar también estaba involucrado en la causa junto al ex vicepresidente Amado Boudou por la venta de la imprenta Ciccone, la misma que hoy lo tiene detenido.
En la causa en contra de Cabezas, la AFIP nunca fue querellante, y hoy es una causa nula. Chamis, dijo que en la sala de audiencias sólo se está juzgando el final de la historia, pero fueron 59 días los que estuvo preso Cabezas, “fueron días en los que estuvimos a la merced del poder de Raúl Reynoso, el mismo fiscal suplente Martín Valencia me dijo señora en el expediente no hay nada que complique a su marido, yo no puedo darle la excarcelación pero en el juzgado las cosas se manejan así el juez (por Reynoso) es el que tiene la lapicera”.
El dinero que se pagó por la libertad de Cabezas fue producto de una presión ejercida por el mecánico “Tara” Flores quien a la hermana de Cabezas le insistió que entreguen el dinero porque era 8 de julio, al dia siguiente feriado nacional, y luego comenzaba la feria judicial, en la que Reynoso tenía programadas vacaciones en Europa.
“Si no pagan ahora, Vivi (por Viviana Cabezas), tu hermano no sale hasta quién sabe cuándo de la cárcel teniendo en cuenta las vacaciones”, le habría dicho Tara Flores.
Ante esa situación las mujeres se apuraron en juntar lo más que podían para entregar a Flores o a Carioca Aquino que era otro de los contactos entre el Juzgado y los detenidos, en este caso de la causa de los empresarios de la carne.
“Primero nos pidieron 3 millones, cuando recién lo detuvieron, yo le dije a Tara Flores, es una burrada de dónde sacamos ese dinero, y ese 8 de julio ya me dijo bueno que sean 600 mil, entregábamos lo que conseguíamos y el resto quedaba para más adelante”, recordó Viviana Cabezas.
Contó que tras el cierre del día comercial se juntaron 70 mil pesos a lo que le agregaron un cheque que tenía en su poder Viviana Cabezas por la venta de un camión que llegaba a los 30 ó 33 mil pesos.
“Lo único que quería era ver a mi hermano, que era inocente, libre, así que la noche del 8 de julio, fui con un empleado de la carnicería a un barrio muy precario, oscuro, con mucho miedo, y entregue el dinero a la madre de carioca Aquino que estaba sentada en la puerta de una humilde casilla. Al otro día el 9 de julio a las 9 de la mañana nos dijeron que Ivan estaba afuera”, recordó Viviana Cabezas.
La ruta del dinero según su apreciación tras la libertad de su hermano, la describe como Tara que le solicita la plata, Aquino la entrega a Arsenio Eladio Gaona, empleado del juzgado Federal de Oral, cercano al juez y supuestamente Reynoso como último eslabón.
