También conoció en la audiencia de ayer una nota enviada por el Distrito Orán de Aduanas en el que se hace referencia a que uno de los imputados tenía su auto particular autorizado para el transporte de elementos secuestrados.
G.M.M., quien se desempeñaba como empleado en el Juzgado Federal de Orán entre febrero del 2014 y noviembre del 2015, tuvo al finalizar su testimonio un fuerte cruce con Reynoso, quien pretendió recriminarle por la respuesta a un twitter en el que el testigo se limitó a comentar “encima la alquila Reynoso”, en referencia a una inmobiliaria, de esta Capital, que nada tiene que ver con el ex juez.
El twitter en cuestión mostraba una casa que se alquilaba y que tenía en su frente un cartel de la mencionada inmobiliaria, y que el propio ex juez la trajo al recinto, para aclarar una situación que a los efectos de las 9 causas que se juzgan no tiene relación alguna. Se pretendió agregar ese hecho al expediente pero el Tribunal rechazó el pedido.
Tanto el fiscal Carlos Amad como la querella que ejerce Carlos Garmendia destacaron que es una situación de hostigamiento a un testigo que además está con custodia permanente, “lo están observando al testigo y esto es peligroso”, dijeron cada uno a su tiempo.
Por otra parte G.M.M. hizo referencia, al igual que otros empleados, que en el juzgado todo debía a hacerse como lo marcaba Reynoso y que nadie podía opinar, a tal punto que un una oportunidad un empleado que hoy trabaja con el magistrado Miguel Medina, y que será citado a declarar, le comentó que uno de los dichos del ex juez era “si aquí (por el juzgado de Orán) no se hace lo que yo les digo, les puedo hacer meter droga en sus casas, por Gendarmería”.
Maltrato en el juzgado
Todo este accionar, al parecer y según se ventila en el recinto, no hacía más que horadar la psiquis de algunos de los empleados a tal punto que el temor los hacía tener pesadillas, con situaciones de droga en sus autos y persecuciones, sin dejar de lado el maltrato que relatan, al parecer, sufrían.
Solo estaba prevista la testimonial del testigo protegido que tras varias interrupciones por la forma en que la defensa de Reynoso y de los otros siete imputados se dirigían y los llamados de atención permanente de la Fiscalía, la querella y el propio Tribunal que preside Federico Díaz, se extendió hasta las 12,15.