El abogado Federico Rodríguez Spuch explicó a Nuevo Diario que la impugnación se debe “al modo de selección del juez”, que “contraviene” el fallo Uriarte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El letrado indicó que “se hizo una selección arbitraria” del magistrado que deberá dictar la sentencia en este proceso, que es escrito, porque se rige por el viejo Código de Procedimiento en Materia Criminal, vigente al momento en que se cometieron estos hechos, el 6 de julio de 1976.
El fallo Uriarte, de noviembre del año pasado, dispuso la inconstitucionalidad de la ley 27145, de subrogancias, y fijó un régimen transitorio de designación de subrogantes.
Bejas aceptó tomar la causa Palomitas el 21 de julio pasado. La Fiscalía y las querellas consintieron su designación por considerar que ofrece garantías de un juicio imparcial. Los familiares de las víctimas habían expresado su anhelo de que finalmente hubiera un juez de Sentencia para esta causa, que viene demorada sin poder dar con el magistrado que dé su veredicto sobre la responsabilidad de quien era el único juez federal en Salta durante la última dictadura cívico militar.
Otras causas
Por regla, las acusaciones contra el ex juez, que también está acusado por no haber investigado el secuestro y desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, y por delitos de lesa humanidad cometidos en perjuicio de otras personas en la provincia, vienen avanzando con la participación de jueces foráneos. Tanto en Palomitas como en Ragone, interviene el juez federal de Tucumán Fernando Poviña, quien procesó al ex juez por un delito más grave que por el que venía acusado en relación al fusilamiento de los once detenidos de la cárcel de Villa Las Rosas que fueron sacados con la excusa de que iban a ser trasladados a un penal de mayor seguridad y fueron asesinados a unos 50 kilómetros de la ciudad de Salta, al costado de la ruta nacional 34, a la altura del paraje Palomitas.