Esper fue nombrada por el testigo Gustavo Meneses por ser a quien le entregó al menos 600 mil pesos por la libertad de su hermano Pablo y del amigo de su familia Bruno Mazzone.
Por esta situación la imputada se habría decidido a declarar, y quizás esto vaya de la mano de algun pedido de careo posterior. En el fundamento que de otra manera no es posible ese trámite si la acusada no testifica.
Son conocidas sus dichos en voz alta cada vez que la querella, que ejerce Carlos Garmendia, o el fiscal Carlos Amad se oponen a la forma que adopta cada vez que tiene que preguntar, en el marco de la codefensa que ejerce junto con Daniel Luna.
“Debe guardar las formas”, es el reclamo constante de Garmendia o de Amad. “Su señoría ya no se puede preguntar, aquí no hay derecho que valga, entonces mejor me callo”, suele repetir Esper. Lo que se reclama es que la forma de preguntar lleva oculta una forma tendenciosa
Como alumnos en la escuela
Los roces que se producen en algunos momentos entre las defensas, el fiscal y la querella son un dato aparte, y algo singular, en el juicio que se sigue por asociación ilícita, prevaricato y concución en contra del ex juez federal Raúl Reynoso, cuatro abogados, dos empleados del juzgado y la hermana de uno de ellos.
El martes el tema se centró entre el abogado imputado en la causa por asociación ilícita para beneficiar -supuestamente- a detenidos con libertades, René Gómez, y la querella que ejerce Carlos Garmendia.
Unos escasos 80 centímetros los separaban de forma habitual. Y siempre eran conocidas las miradas y las contestaciones entre uno y otro.
Pero esta vez el presidente del Tribunal Oral Federal, Federico Díaz, advirtió esta situación ya que el tono de voz de ambos subió por encima de la declaración del testigo Ricardo Quipildor, que en ese momento se encontraba dando su testimonio.
Se interrumpió la declaración y el juez, cual época escolar, pidió que Gómez cambiara lugar con Miguel Saldaño, otro defensor, para “separarlos”.
Gómez adujo que estaba cansado de los gestos de Garmendia, “siempre tiene un gesto para todo o una palabra en contra, como si se burlara”, dijo. “A lo nuevo, ahora no se puede ni siquiera gesticular”, respondió Garmendia.